Los académicos premiados, provenientes de las cuatro sedes de la USS – Santiago, Concepción, Valdivia y De la Patagonia- son el fiel reflejo de que la excelencia educativa es un valor transversal en la Universidad.
Este 2024, por primera vez, la Vicerrectoría Académica implementó esta distinción, que se concretó gracias a un riguroso proceso de selección, basado en criterios como compromiso, ética profesional, prácticas pedagógicas e impacto positivo en los estudiantes.
En la ceremonia, el rector de la USS, Hugo Lavados, dijo que “un profesor no solo enseña conocimientos ni desarrolla competencias: inspira a soñar. Y si la juventud no sueña, ¿quién lo hará? ¿Quién construirá un futuro mejor? En tiempos complejos como los que vivimos, este reconocimiento adquiere aún más valor».
Sobre la motivación de la profesión, añadió: «Nuestros docentes han logrado alcanzar la excelencia porque han despertado el interés y motivación de sus estudiantes. Son verdaderos modelos a seguir para todos quienes abrazan la misión fundamental de una institución de educación superior: transmitir conocimiento y, sobre todo, transmitir valores. El gran objetivo es formar profesionales íntegros, comprometidos, que marquen la diferencia».
Por su parte, Carlos Vio, presidente de la Junta Directiva, analizó el crecimiento de la Universidad de la mano de sus académicos. «Nuestro crecimiento en complejidad está sustentado en las múltiples dimensiones del quehacer universitario: en la actividad académica, en la formación y desarrollo docente, en la investigación científica y tecnológica, en la creación, en la generación de conocimiento, y en los programas de formación. Cubrimos todo el espectro formativo, en todas las grandes áreas del conocimiento. Cuando una institución alcanza este nivel de complejidad, sus rituales importan. Son los momentos que hacen sentido a la comunidad, que refuerzan su identidad, que reconocen y celebran los logros. Son los rituales de nuestra tribu académica».
En la instancia, los 35 académicos compartieron con estudiantes y autoridades, primero en el campus Ciudad Universitaria y luego en Bellavista.
Carolina Rybertt, docente desde 2014 de la Facultad de Ingeniería, comentó que “este reconocimiento nacional llega justo cuando estoy cerrando un ciclo de 45 años haciendo clases. Es un orgullo enorme. Enseñar con amor y cercanía es la clave”.
Por su parte, Andrés Parada, quien dicta clases en la Facultad de Educación desde 2016, añadió que «me siento muy honrado, feliz y muy agradecido porque este premio se debe a mis estudiantes que siempre me han permitido poder acompañarlos».
María Eugenia Unda, quien dicta clases en la Facultad de Medicina desde 2018, indicó que «este reconocimiento me hizo entender que, más allá del conocimiento, los estudiantes valoran mi rol maternal. Entiendo a quienes estoy formando, entiendo cómo se sienten e intento crear un clima de aprendizaje seguro”.
Finalmente, Carlos Villarroel de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales dijo: «Recibo este reconocimiento con mucha humildad y motivación para seguir mejorando mi docencia y dar lo mejor de mi a mis estudiantes».
Conoce a todos los profesores premiados aquí.