Fernando Castillo Velasco nació en Santiago en el año 1918. Estudió en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde en 1947 se titula como arquitecto.
Integró uno de los estudios de arquitectura más importantes del país junto a Carlos Bresciani, Héctor Valdés y Carlos Huidobro, quienes lograron consolidar una tendencia moderna, radical y desafiante. El Casino de Arica al norte de Chile, las Hosterías de Chañaral y de San Felipe, las Torres de Tajamar, la Unidad Vecinal Portales y el Campus de la actual Universidad de Santiago, constituyen obras de referencia de la arquitectura contemporánea más ortodoxa de las décadas del cincuenta y sesenta.
En 1964, su vocación de servicio público lo llevó a asumir como alcalde de la recién creada comuna de La Reina en Santiago; treinta años después, en 1994, fue nombrado Intendente de la Región Metropolitana, y entre 1996 y el 2000 fue alcalde de La Reina.
Fue Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile y conductor de la reforma de 1967 de dicha casa de estudios, cargo que dejó tras la llegada del Gobierno militar de 1973. Después de cuatro años de exilio en Inglaterra y Venezuela, volvió a Chile, retomando una intensa vida profesional, hasta que en 1983 es galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura.
Sus obras del primer período estuvieron marcadas por el expresionismo de raíz corbusierana, con ciertos rasgos estructurales y tecnológicos como se aprecia en el edificio de la actual Universidad de Santiago, realizada junto a los arquitectos Bresciani y Valdés. Más adelante se acercó a posturas arquitectónicas del organicismo de Wright, como testimonian sus casas en comunidades, proyectos que perseguían el objeto social de establecer un diálogo más directo con el habitante común.
Montó una oficina de diseño y construcción de comunidades para grupos de personas que deseaban socializar parte de su vida cotidiana. Ejemplo de esta búsqueda fue la construcción de la Quinta Michita llevada a cabo entre 1977 y 1984 en La Reina. El proyecto tuvo un sistema constructivo basándose en ladrillos, del que planteó ciertas ideas que dieron lugar a un amplio debate arquitectónico nacional: la recreación del cité o pasaje tradicional, el concepto de “obra gruesa habitable”.
En años posteriores, Castillo Velasco se diversifica, abordando la creación de sucursales bancarias, conventos como el de las Religiosas Adoratrices, y la remodelación y ampliación de la Universidad ARCIS. Destaca en este periodo el proyecto de la Comunidad Andalucía, un conjunto de viviendas sociales construidas junto a profesionales españoles que planteaban soluciones habitacionales de doble pareo, casas en edificación continua y edificios de cinco pisos.
En su larga trayectoria, ha recibido diversos reconocimientos, como el Premio América, otorgado en el IV Encuentro de Arquitectura Latinoamericana en México; Medalla de oro, en la IX Bienal de Quito, Ecuador; e Premio Fundación Futuro; y la Medalla Benjamín Vicuña Mackenna conferida por la Intendencia de la Región Metropolitana. Todos, dan fe de su enorme aporte y valor en la arquitectura latinoamericana.
Revisa el texto de Hugo Lavados, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, al entregar el Doctorado Honoris Causa al Profesor Carlos Massad Abud, y el posterior discurso “Reflexiones sobre la teoría de la política económica”, del reconocido economista:
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Revisa los mejores momentos de la ceremonia Doctor Honoris Causa 2011: