Ministerio de Salud ha señalado que vacunará a los lactantes de 18 meses y partir del próximo año, pero ¿por qué se inmunizará a esta población? Conoce los detalles de esta vacuna.
En Chile, la Hepatitis A es una enfermedad que se presenta en forma esporádica, pero cada cierto tiempo se generan brotes epidémicos. Por eso, el Ministerio de Salud ha anunciado que implementará un plan de inmunización general en este grupo etario a partir de febrero del próximo año.
Desde el año 2014 que se está aplicando esta vacuna a los niños de 18 meses, pero solo en las regiones de Arica y Parinacota, de Tarapacá y en algunos sectores de la región del Biobío, pero ahora será una estrategia nacional.
¿Por qué se suministrará en este grupo de la población? Al respecto, José Carlos Landaeta, pediatra y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, asegura que “no en todos los países se usa esta vacuna. Ahora, nosotros como Chile, siempre hemos tenido mucha Hepatitis A. Lo más probable es que ha habido brotes de hepatitis A por lo cual el ministerio ha decidido vacunar (a nivel país), tal como lo estaban haciendo en la región de Arica y Parinacota”.
Respecto de las causas de esos brotes, el profesional dice que “lo tiene que investigar el ministerio, pero sabemos que la Hepatitis A se combate por las medidas de control higiénicos: lavado de manos, lavado de frutas y lavado hortalizas más higiene personal. Hay que recordar también que la Hepatitis A es bastante leve en los niños y muy grave en los adultos, aunque igual puede ser grave a cualquier edad, pero lo más frecuente que lo sea en los adultos”.
Por su parte, el doctor en farmacología y académico de Bioquímica de la Facultad de Ciencia de la U. San Sebastián, Álvaro Álvarez, señala que si bien la Hepatitis A no causa mayores complicaciones en los niños, hay que generar la inmunidad con tiempo. “La protección efectiva para los niños se alcanza al mes de haber suministrado la vacuna, al desarrollar los anticuerpos necesarios para defenderse de la enfermedad y así prevenir su contagio en los adultos”, sostiene el académico.
La idea es generar una red de protección más larga a partir de la primera infancia y ahí hacer la transferencia en materia de inmunidad al resto de la población, puntualiza, al tiempo de agregar que “el período más crítico para el contagio son los primeros 15 días a un mes que demora la incubación del virus, y luego la patología se desarrolla durante dos o tres semanas, antes de llegar al período de convalecencia del paciente”.
Por eso, en el caso de los niños, es clave su inmunización porque al presentar una condición asintomática, pueden transmitir fácilmente el virus a quienes están en su entorno.
Álvarez recalca que la vacunación y las conductas de higiene personal son fundamentales para prevenir esta enfermedad, principalmente a través de un correcto lavado de manos para la manipulación de alimentos y la eliminación adecuada de heces y aguas servidas a través del sistema de alcantarillado.