En la oportunidad expusieron los doctores Bernardo Latorre (Pontificia Universidad Católica de Chile) y Ernesto Moya, académico de la Universidad de Concepción.
Un curso de capacitación se efectuó en el Auditorio Gladys Matus del Campus Las Tres Pascualas, sede Concepción, en el marco del Proyecto Fundación para la Innovación Agraria (FIA) PYT-2016-0066 “Desarrollo de un probiótico que fortalezca la producción y calidad frutícola de la industria del arándano”, desarrollado por la U. San Sebastián (a través de la doctora Erica Castro Inostroza) en asociación con BerBerries SpA.
Corresponde al segundo encuentro en su tipo, esta vez titulado “Variables fitosanitarias críticas en el cultivo de los arándanos”, dirigido a empresarios del rubro, académicos, estudiantes de pre y pos grado.
La actividad contó con la presencia del doctor Bernardo Latorre, profesor titular de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, “de amplia experiencia y reconocimiento nacional e internacional por su aporte al conocimiento de las enfermedades de las plantas cultivadas”, destaca la doctora Érica Castro a cargo del proyecto.
Junto a él expuso el doctor Ernesto Moya, profesor asistente del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, “quien asesora el proyecto FIA en ejecución. También es director alterno del FONDEF, recientemente adjudicado, de inocuidad alimentaria, para elaborar un biocontrolador para el manejo del tizón tardío de la papa”, agrega la doctora Castro, académica de la Facultad de Medicina e Instituto de Políticas Públicas en Salud, IPSUSS,de la sede Concepción.
El curso abordó la temática de las principales enfermedades que afectan al cultivo del arándano, estrategias de manejo y control de los cultivo y las nuevas orientaciones de control biológico para el manejo de este berrie.
“A pesar de las promisorias cifras económicas en el cultivo de los arándanos, variables no contraladas relacionadas al cultivo de este fruto pueden afectar significativamente eventos claves en su génesis y crecimiento. Particularmente, la proliferación de hongos patógenos es causa de pérdidas devastadoras para el arándano y otros berries. La contaminación fúngica de frutas afecta el cultivo, cosecha, manejo, transporte y almacenamiento posterior de los productos”, expone la doctora Castro.
“Variadas medidas de manejo para controlar la pudrición por microorganismos se emplean de forma habitual en la industria, sin embargo, el uso de altas concentraciones de insecticidas y otros agro-químicos es lo habitual. Si bien esta práctica es eficiente en controlar estas plagas, contaminaciones y enfermedades, conllevan efectos nocivos sobre el producto, mercado, recurso humano y el medio ambiente. Una alternativa de control fitosanitario es el uso de productos biológicos”, establece la académica.