Servicios Posnatal paterno: una tarea pendiente

Entre noviembre de 2011 y diciembre de 2014 sólo 798 mamás traspasaron parte de sus permisos posnatales al papá del niño, lo que es menos del 0,3% de todos los posnatales emitidos durante esos 3 años. Según expertos, la medida más adecuada para fomentar el cuidado paterno en los primeros meses de vida es un posnatal que sea irrenunciable para el padre.

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Han pasado cuatro años desde que se promulgó la ley que amplió el posnatal a 6 meses y creó el permiso que concedió a las madres, a partir de la séptima semana, traspasar parte de las semanas restantes a los padres. Esto en un principio supuso un paso más para poder avanzar en la igualdad de género, lo que permitiría fomentar que los varones se hicieran más presentes durante los primeros meses de vida de los recién nacidos, pero las cifras entregadas por la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) indican que la medida no ha tenido el impacto que se esperaba.

Según el informe de Subsidio por Permiso Posnatal Parental 2011 – 2014 de la SUSESO, desde que la ley entró en vigencia en noviembre de 2011, hasta finales del año pasado se han emitido 310.600 subsidios por permiso posnatal parental, de los cuales en sólo 798 (0,29% del total) los padres hicieron el uso del beneficio. Según el mismo informe, esto significó un promedio mensual de 22 permisos usados por los hombres. La SUSESO concluye que “no se observa ningún cambio en la tendencia de uso de esta opción, por lo que se espera que su uso siga siendo bajo”.

¿Qué es el subsidio por permiso posnatal parental?
La ley establece que durante el periodo en que se hace uso del permiso posnatal parental se otorga un subsidio por incapacidad laboral, que es el beneficio previsional consistente en dinero financiado por recursos fiscales que reemplaza los ingresos de la madre o del padre.
Si el progenitor decide tomar posnatal, el monto del subsidio se calculará en base a los ingresos que percibió el papá durante el tiempo que la madre estuvo con el permiso.
El subsidio al ser pagado a través del Fondo Único de Prestaciones Familiares y Subsidio de Cesantía, sirve como elemento de medición para saber cuántos hombres accedieron al beneficio.

Mayor uso en estratos altos y a través de jornada parcial

Uno de los aspectos de la ley fue que permitió a los padres y a las madres elegir entre dos modalidades de permiso de posnatal parental: jornada completa por 12 semanas o jornada parcial por 18 semanas. Cuando los padres hacen uso del beneficio debe ser a través de la modalidad que utilizó la madre. El 95,5% de los padres (762) utilizó el beneficio a través de jornada parcial.

Otro aspecto interesante es que los varones que más toman el beneficio son los que tienen un ingreso que varía entre $1.200.000 y $1.600.000 con 0,85% de porcentaje de traspaso y un menor uso entre los padres que ganan menos de $400 mil con sólo 0,08%. En cuanto a edad, los que más lo utilizan son los que tienen entre 31 y 35 años, con 34,5% del total de permisos traspasados.

Una cultura que aún no cambia

Rodrigo Venegas, psicólogo y académico de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián, plantea que “así como está el posnatal actualmente, uno entiende desde el punto de vista social que la crianza sigue siendo un tema de la mujer, por lo que el hombre como proveedor y la mujer en la casa siguen repitiendo un patrón patriarcal. Hay un cambio pero mínimo”.

Por otro lado, Carlos Rubilar, psicólogo y también docente de la Facultad de Psicología USS, explica que “obviamente el aporte del padre es distinto al que hace la madre. Sin el padre no pasa nada, pero sin la madre el bebé se puede morir, por lo que uno podría entender al legislador desde dónde mira el tema”.

Rodrigo Venegas agrega que desde ese punto de vista puede ser que el legislador crea que la madre todavía tiene una familia muy extensa que le pueda brindar una gran red de apoyo, pero eso ya no es así. “Ahora están las familias nucleares donde están solamente los dos padres. Antes era distinto porque la abuela venía a la casa a cuidar a la madre que recién había dado a luz, pero eso ahora es muy poco frecuente”, explica Venegas.

Finalmente Carlos Rubilar agrega que “pasa que las madres prefieren hacerse cargo de la crianza porque el padre pueda reaccionar de una forma que no sea la adecuada. Acá pasa que las alumnas que hacen prácticas de clínica infantil prefieren hablar con la madre antes del padre porque les da miedo cómo pueda reaccionar. Por lo tanto no es solo excluido porque no quiera estar, sino que hay un imaginario detrás”.

Propuestas para mejorar el posnatal

Si bien las razones pueden desglosarse y explicar a qué se debe que menos del 0,3% de los permisos posnatales sean usados por el padre, la pregunta es cómo lograr que esta situación se revierta. Para Francisco Aguayo, psicólogo investigador en paternidades de la Fundación CulturaSalud, el problema en primer lugar radica en la forma en que se desarrolló que los padres puedan acceder al beneficio, ya que las madres tienen que renunciar a parte de su tiempo de posnatal mientras están amamantando. “La experiencia demuestra que cuando se instala un posnatal de este tipo de diseño, sólo un puñado de hombres lo ocupará.Es por esto que para nosotros este posnatal no constituye una política de paternidad ni de corresponsabilidad”.

El investigador de CulturaSalud explica que la forma de mejorar la participación de los hombres en la crianza de los recién nacidos consiste en cambiar el diseño del permiso. “Los países que tienen un buen posnatal son aquellos que tienen un sistema de cuota, tienen licencias parentales pero además un período que es exclusivo para el papá, que si no lo usa se pierde. Con esto se logra que los padres entren al territorio del cuidado con más fuerza”. Francisco Aguayo agrega que esta medida no sólo impacta en que los progenitores sean parte del cuidado, sino que también en la equidad de género, en la corresponsabilidad de la crianza y en que los propios hombres cuiden mucho más su salud.

Coincide con eso Rodrigo Venegas, porque “en los países desarrollados les dan casi el mismo tiempo a padres y madres para que puedan encargarse del niño, ya que de esta forma la madre va a tener un apoyo adicional para cuidar al recién nacido”.

Posnatal de 4 semanas irrenunciable

Pero Aguayo va un paso más allá y plantea que este tiempo debería de ser de 4 semanas después del quinto mes y medio de la madre. “Además deberían haber incentivos para que el hombre tome el postnatal. A mediano plazo debería haber una cultura laboral que promueva que los hombres sean parte de la crianza de sus hijos a través de permisos para que ellos puedan asistir a las ecografías y a las consultas médicas, para que así, finalmente, se produzca un cambio cultural a nivel social”.

Medidas que ya se han propuesto desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que ha analizado el impacto de esta medida en Chile, a través del estudio Corresponsabilidad de los cuidados y autonomía económica de las mujeres: Lecciones aprendidas del Permiso Postnatal Parental en Chile, de Carmina Lupica, donde plantea que “para un cambio cultural efectivo, no sólo basta con implementar políticas de sensibilización y comunicación, también hay trabajo pendiente desde la infraestructura urbana, por ejemplo, para incorporar a los padres en el cuidado de sus hijos. Basta señalar que en Chile son excepcionales los baños públicos para hombres con cambiadores para los niños pequeños”. Además propone realizar un estudio en profundidad para conocer las características sociodemográficas, educativas y laborales de las mujeres y hombres que han compartido el permiso posnatal parental y aquellos que no lo han hecho. Propuestas que -si se llevan a cabo- lograrán una sociedad más igualitaria, en la que los padres realmente se involucren en la crianza de sus hijos.

Fuente:
Ipsuss
Escrito por Bastián Garcés
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