En el Mes del Corazón, académica de Kinesiología de la USS entrega recomendaciones para evitar enfermedades cardiovasculares. “La inactividad física se asocia a mortalidad prematura en un 9%”, indica.
Las enfermedades del sistema circulatorio constituyen una de las principales causas de muerte en Chile y el escenario podría empeorar, ya que durante la pandemia se generó una pérdida relevante de los controles médicos y de los factores de riesgo.
“Las cifras oficiales van desfasadas. Tenemos las del 2019, donde por primera vez el cáncer pasó al primer lugar. Sin embargo, dado los hábitos alimentarios, el alto grado de sedentarismo y el mal control de los factores de riesgo sabemos que las patologías cardiovasculares volverán al primer lugar”, dice Rosario López, académica de la carrera de Kinesiología de la USS.
Los factores de riesgo de mayor prevalencia son el sedentarismo, consumo excesivo de sal, baja ingesta de frutas y verduras, dislipidemia, obesidad y tabaquismo.
Instaurar programas para la promoción temprana de la salud cardiovascular parece ser el camino a seguir, sin embargo, falta mucho camino por recorrer. La Organización Mundial de la Salud señala que ¼ de la población adulta no cumple con las recomendaciones de ejercicio.
La académica, afirma que la inactividad física “se asocia a mortalidad prematura en un 9%, y esto es totalmente prevenible con al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana”. Lo anterior, ayuda a mejorar la composición corporal, la presión arterial, el perfil lipídico y el control de la glicemia.
“Se debe buscar el gasto de 1000 a 2000 calorías semanales con entrenamientos combinados de ejercicio aeróbico y de fortalecimiento muscular (…) Al mejorar el perfil lipídico y la resistencia a la insulina también sucede lo mismo con el perfil metabólico, es decir, el cuerpo funciona mejor y nos alejamos de un evento cardiovascular”.