A pocos días de rendir la PSU, muchos estudiantes aún no tiene claro qué carrera elegir. La psicóloga de la U. San Sebastián y experta en orientación vocacional, Evelyn Carrasco, comenta a qué poner atención.
Se acerca fin de año y para muchos jóvenes, especialmente para aquellos que cursan cuarto medio, no solo significa despedirse de amigos y más de 12 años de escolaridad, sino el comienzo de lo que será su vida profesional.
Qué estudiar, cómo saber si se está eligiendo lo correcto, el miedo a equivocarse y con ello el costo económico que trae aparejado, no son temas menores a resolver, por lo que la orientación y saber reconocer qué potencialidades y debilidades se tienen, son necesarias para despejar las dudas antes de tomar una decisión.
A juicio de la psicóloga de la Universidad San Sebastián y experta en orientación vocacional, Evelyn Carrasco, lo primero que debe tener claro un joven es que la elección vocacional “es una decisión que se construye a lo largo de la vida, es decir, no es un suceso, sino un proceso que se ha ido conformando día a día”.
De hecho, comenta, “sin darnos cuenta ya hemos estado escogiendo entre múltiples alternativas, como a qué tipo de colegio asistir, qué plan diferenciado tomar o a qué hobbie dedicar tiempo, entre otras, por lo que ya hemos aprendido algo sobre nuestras maneras de decidir y podemos evaluar qué tan bien lo hemos hecho hasta ahora”.
La académica de la Facultad de Psicología asegura que sentirse ansioso es normal e incluso hasta cierto punto positivo para elegir una carrera, pues nos activa e impulsa a la acción; “necesariamente hay un grado de incertidumbre, propio de cualquier elección”, acota. Asimismo, considera que es necesario tener claridad en ciertos aspectos personales que inciden en la elección, así como en información relevante del entorno, por ejemplo:
Ante las dudas de si es correcto lo que quiero estudiar, Carrasco puntualiza que “es esencial no apurarse demasiado. La elección de carrera es un momento importante, pues se invertirá tiempo, energía y recursos económicos en un proyecto, por lo que debe ser una decisión reflexionada y evaluada. Si el estudiante se siente demasiado confundido para tomar una opción clara, existen diferentes alternativas, tales como ingresar a un bachillerato o prepararse un año más, con la finalidad de darse un tiempo para explorar lo que ofrece el medio y también, por supuesto, potenciar el autoconocimiento”.
Finalmente, la profesional indica que para optar a una carrera, “siempre es recomendable asumir una postura activa, reflexiva y crítica, contrastar la publicidad con datos, visitas a terreno y conversaciones con estudiantes y profesionales, y si es necesario, buscar apoyo de otros calificados, como orientadores y profesores, para analizar la oferta y discernir bien entre alternativas”.