La Hipertensión Arterial es una enfermedad cardiovascular que ha ido en aumento en nuestro país. Si bien es considerada una patología silenciosa, conozca los síntomas con los que se le relacionan y los cambios de hábitos necesarios para prevenir su aparición.
El estilo moderno de vida, caracterizado por el sedentarismo, el estrés y una dieta alta en alimentos procesados, es justamente la antesala de la aparición de la hipertensión arterial, enfermedad crónica que afecta al 27,6 % de los chilenos y a un 10,6% de los jóvenes entre 25 y 44 años.
Se trata de una patología en la que los vasos sanguíneos tienen una presión persistentemente alta, pudiendo provocar desde anginas de pecho, hasta infarto. Sin embargo, un paciente diagnosticado que sigue su tratamiento (farmacológico y no farmacológico), puede mantener los valores de presión normal, “lo que no debe ser superior a 130/80mmHg, según las recomendaciones del American College of Cardiology”, explica el docente de la carrera de Medicina de la Universidad San Sebastián, Dr. Eduardo Salas.
Pero aquellos que desconocen padecerla, pueden llegar a las urgencias con descompensaciones o presentando alguno de los siguientes síntomas que enumera la académica de la carrera de Enfermería de la Facultad de Ciencias para el Cuidado de la Salud de la USS, Ángeles Solís de Ovando:
De presentar esos síntomas, “lo más probable es que se encuentre frente a una crisis hipertensiva, donde las presiones oscilan sobre 190/110 mmHg, lo que necesita tratamiento inmediato, ya que puede provocar un evento cardiovascular”, dice la enfermera.
Para evitar aquello, y aún cuando la hipertensión arterial es considerada una enfermedad silenciosa, hay síntomas que alertan su aparición, explica el médico Eduardo Salas:
El académico de la carrera de Nutrición y Dietética de U. San Sebastián, Alexis Medina, recalca la importancia de realizarse los chequeos preventivos al menos una vez por año. Explica que en la Atención Primaria de Salud se realiza el examen de medicina preventiva (EMPA), que se enfoca en pesquisar esta patología, además de algunos factores de riesgo tales como el tabaquismo y consumo problemático de alcohol.
El especialista añade que una excelente medida de prevención para evitar la aparición de la hipertensión es terminar o disminuir el consumo de sal. La Organización Mundial de la Salud, recomienda para la población en general, el consumo al día de 5 gramos de sal por adulto y una buena forma de controlarlo es porcionándola en la tapa de un lápiz BIC. Así, cada tapa equivaldría a 1 gramo, pero ¿cómo dejar su consumo? El docente USS los explica en simples pasos:
El consumo de sal en exceso está directamente relacionado con la aparición de hipertensión arterial, también genera una carga renal importante y además se ha comprobado en el último tiempo, dice Medina, que su utilización en abundancia está relacionado con la aparición de ciertos tipos de cáncer, por ejemplo, el de estómago.