Vanessa Gaete es la dueña de Ponme Guapo, microempresa que creó luego de participar en un curso de peluquería canina de FOSIS, después de ingresar al Departamento Laboral de Teletón. “Tuve que reinventarme como mamá Teletón”, explica.
Es que el emprendimiento es una opción para miles de chilenos que buscan mejorar su calidad de vida o superar sus dificultades. Y como las oportunidades son para todos, vivir con alguna discapacidad –o ser cuidador de una persona que vive en esa situación– no es un impedimento para emprender.
Por eso son muchas las instituciones que fomentan esta actividad. A modo de ejemplo, desde el año 2012 la Fundación Teletón y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, comenzaron a entregar capacitación y nuevas herramientas a las familias que se atienden en la institución, a través del Programa Yo Emprendo Semilla Teletón.
Precisamente para apoyar a quienes dieron el paso de emprender, nació el proyecto colaborativo de Vinculación con el Medio Acompañamiento a Emprendedores FOSIS, impulsado por las Escuelas de Ingeniería Comercial y de Psicología de la Universidad San Sebastián en la sede Santiago, en conjunto con el organismo estatal. Su objetivo es fortalecer el desarrollo de los emprendedores a través de un proceso de acompañamiento y mentoría, que permita disminuir los niveles de deserción que tienen en estos programas.
“En este caso, trabajamos con emprendedores pacientes de Teletón o también con sus cuidadores. Este último es un grupo objetivo muy importante para nosotros, porque ellos muchas veces tienen una vulnerabilidad que está invisibilizada. Por eso, queremos apoyarlos especialmente, porque son un grupo que entrega todo por cuidar a otro”, explica Miguel Duaso, director Regional Metropolitano de FOSIS.
Raquel Calvarro, coordinadora de Programas Sociales del Instituto de Rehabilitación Teletón, añade que “para nosotros es muy importante este programa, porque sabemos que esto les da una identidad, pues estas mujeres no son solamente madres, sino que en este proceso de rehabilitación de sus hijos son también emprendedoras”.
“La intervención se ejecutó a través de un trabajo multidisciplinario en que los jóvenes llevaron a cabo un proceso de acompañamiento y aprendizaje a través del mentoring, a 20 microemprendedores del programa Semilla Teletón, que se encuentran con barreras sociales, tecnológicas y educativas en sus respectivos negocios. De esta manera, los jóvenes tienen un rol de mediación en el uso de la tecnología, entregando soporte y apoyo en la adaptación y el uso de la plataforma tecnológica que se ha utilizado en el proyecto”, detalla Pablo Mardones, académico de la carrera de Psicología y líder del proyecto.
“En este tiempo aprendí a organizarme como emprendedora y cómo trabajar como cuidadora. Fue una experiencia muy bonita, porque me ayudaron, me aconsejaron y el FOSIS y la Universidad me acompañaron en mi emprendimiento. Gracias a eso, conocí a un grupo de emprendedores con diferentes características, lo que permitió que también nos apoyáramos y aprendiéramos de nuestras experiencias”, cuenta Vanessa Gaete.
Similar opinión expresa Aracelli Soto, mamá Teletón, dueña del emprendimiento Asearelli, de venta de productos y útiles de aseo y delivery en San Bernardo. “La experiencia con los estudiantes fue genial, porque me enseñaron a utilizar las redes sociales para dar a conocer mi negocio y también cómo organizarme. Además, me permitió sentirme importante respecto a lo que hago”.
Durante la primera etapa del proceso se realizó un diagnóstico de los emprendedores, incluyendo el perfil personal de emprendimiento, la dimensión psicosocial y la situación del negocio. Luego de ello, se comenzaron a impartir los talleres de Autoconocimiento, Construcción del Canvas, Plan de Negocios y Estrategias de Marketing Digital; para luego continuar con sesiones de mentorías, donde los estudiantes acompañan a los emprendedores en la construcción de los productos de los talleres, para que éstos puedan preparar una propuesta final de estrategia comercial a presentar al Fondo Yo Emprendo Semilla.
La estudiante de Ingeniería Comercial de la USS, Pamela Villalobos, quien participó en el proyecto, cree que “nuestro aporte les ha permitido a los emprendedores obtener herramientas para estructurar mejor su negocio y entender estrategias comerciales para aterrizar mejor sus ideas. Por eso, participar en este tipo de proyectos nos influye de manera súper positiva, ya que nos permite poner en práctica los conocimientos obtenidos en las clases y, a la vez, involucrarnos con ellos desde el punto de vista humano”.
Para María Elisa Calero, estudiante de Psicología, este trabajo ha permitido “conocer los contextos de los emprendedores, acoger todos sus intereses y responder sus dudas desde un conocimiento no solo académico, sino centrado en la persona en sí misma. Este vínculo fue un excelente aprendizaje para todos”.