Columna: “Ser solidarios en nuestra cotidianidad”

Académica Ana María Calderón, plantea que cuando somos solidarios transformamos nuestro entorno y nos transformamos a nosotros mismos como personas.

La solidaridad nos permite ser mejores personas

Hoy, después de varios meses combatiendo una pandemia que ha sacado lo mejor de nosotros, cobra mayor relevancia reflexionar y practicar el valor de la solidaridad. Reafirmar su importancia para la sociedad nos debe llevar a reconsiderar el ser solidarios no como una acción que realizamos una vez al año, sino como una parte fundamental de nuestra configuración como personas.

Ana María Calderón150Ser solidarios en nuestra cotidianidad es lo que hará la diferencia, apoyando a nuestras familias, escuchando a nuestros amigos, un saludo en la mañana a un desconocido, ser voluntario tras un incendio, ceder el asiento en el bus o donar sangre, son acciones que podemos realizar cotidianamente.

Ayudar al otro genera satisfacción y un sentimiento de gratitud que está relacionado con el bienestar subjetivo. Comprometernos con lo social y ser solidarios con los demás también genera nuevas emociones, las cuales dotan de sentido las acciones que llevamos a cabo. Cuando somos solidarios transformamos nuestro entorno y nos transformamos a nosotros mismos; cambiamos nuestros pensamientos y desplegamos nuevas formas de ser y de estar en el mundo.

Mirar a nuestro alrededor y reflexionar sobre los logros de la humanidad y los desafíos a los cuales nos estamos enfrentamos en lo político, lo social, lo económico, lo ambiental, incluso en lo intercultural, nos debe dotar de nuevos sentidos para solidarizarnos con los demás, generar nuevos lazos de cooperación y trabajar juntos para lograr la sociedad que soñamos.

Ph.D. Ana María Calderón
Académica de Vinculación con el Medio
Escuela de Psicología
Universidad San Sebastián

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