Tres académicos expusieron sobre los desafíos que enfrenta el Derecho a propósito de la autonomía y el consentimiento informado en materia médica.
Autonomía y consentimiento informado fue el título de la jornada que organizó la carrera de Derecho de la sede Concepción. En la ocasión, tres académicos analizaron la legislación y jurisprudencial chilena y comparada en el tema.
El encuentro comenzó con la ponencia de la doctora en Derecho, Carolina Riveros, académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, quien expuso Autonomía relacional, salud y personal. La segunda ponencia estuvo a cargo de Edison Calahorrano, candidato a doctor en Derecho y académico de Derecho Civil en la Universidad San Sebastián. Abordó Autonomía e incumplimiento del deber de informar en la relación clínica desde la perspectiva del daño.
Luego el doctorando en Derecho, Ernesto San Martín, director de Postgrados en Medicina y Ciencia, expuso sobre el consentimiento informado en internaciones y tratamientos involuntarios de personas con enfermedad mental.
“Estamos muy contentos de contar con docentes expertos en este tema, tan sensible e importante para nuestra sociedad. La autonomía de la persona trae consigo nuevos desafíos médicos y jurídicos que debemos ir reflexionando y regulando con inteligencia” señaló el abogado de la Clínica Jurídica de la USS, Felipe Andrades.
Vigente desde el 2012, la Ley N°20.584 consagra un catálogo extenso de derechos y deberes de los pacientes aplicable en centros públicos y privados de salud. Uno de los derechos es el de la información, este se materializa en el llamado “consentimiento informado”, explicó Diego Lapostol, coordinador de la Clínica Jurídica de la sede. “Éste es un proceso complejo, que debe considerar la edad, sexo, nivel de escolaridad, estado de salud, entre otras condiciones de la persona”, aclaró.
Teniendo como premisa central la autonomía de cada persona de autodeterminarse, el consentimiento informado plantea diversas situaciones que es importante abordar con especial cuidado, indicó Lapostol. Mencionó algunas interrogantes que surgen: ¿Qué pasa con las personas adultas mayores? ¿Con las personas con enfermedad mental? ¿Y si no se informan todos los daños y sólo se informan algunos?, entre otras.
Interrogantes como las expuestas fueron tratadas por los académicos a la luz de jurisprudencia chilena y extranjera. “El consentimiento informado reconoce la autonomía de cada persona, por eso es tan importante que sea ejecutado pulcramente y el derecho debe regularlo con asertividad”, sostuvo el académico, Edison Calahorrano.