Alimentación: clave para una buena salud en invierno
Las vitaminas y minerales tienen un papel muy importante como intermediarios de diversas rutas metabólicas asociadas al correcto funcionamiento del sistema inmune.
Las bajas temperaturas ya golpean fuerte y existe un aumento de la humedad ambiental. Junto con el frío y las lluvias, suelen llegar los resfríos que afectan a todos y, en especial a aquellos más vulnerables como niños y adultos mayores. Un buen consejo para hacer frente a estos cuadros es mejorar la dieta optando por alimentos que fortalezcan el sistema inmunológico.
“Las vitaminas y minerales tienen un papel muy importante como intermediarios de diversas rutas metabólicas asociadas al correcto funcionamiento del sistema inmune. Dentro de los principales se encuentran la vitamina A, vitamina C, vitamina E y zinc“, dice la nutricionista Carla Guzmán, académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián. Estos nutrientes en la dieta se encuentran en lácteos, verduras, frutas, particularmente las de color naranja y amarillo, como también en cereales y pescados.
La académica indica que si se consumen en cantidades adecuadas podrían generar un efecto protector del sistema inmune. Agrega que “es importante considerar alimentos inmunoestimuladores, tal como el ajo y la cebolla que, por su aporte en alicina, como antibiótico natural, permiten el fortalecimiento del sistema inmune”. Guzmán plantea que existe evidencia que señala que el déficit de vitaminas del complejo B y de ácido fólico deteriora la respuesta de los linfocitos, células características del sistema inmune y disminuye la producción de anticuerpos.
Las vitaminas del complejo B y el ácido fólico se pueden hallar en alimentos como verduras de hoja verde oscura, legumbres, cereales, frutos secos como avellanas, huevos y leche.
Alimentación y cítricos
La recomendación habitual de las abuelas es consumir bastante jugo de naranja para prevenir los resfríos propios de esta época. Carla Guzmán indica que aquella creencia es parte de la tradición popular, porque “la verdad es que puede aliviar la sintomatología, pero no existe evidencia de que altas dosis de vitamina C disminuyan la incidencia de resfriados y/o la duración de éstos“. La experta dice que la recomendación es consumir una variedad amplia de vitaminas considerando una alimentación diaria equilibrada. Y lo anterior implica olvidarse de ciertos alimentos que perjudican la salud, no solo porque elevan el peso, sino porque debilitan el sistema inmune.
“Existe evidencia que señala que la alimentación alta en grasas, particularmente saturadas, genera una reducción de la respuesta inmunológica, gatillando la aparición más frecuente de infecciones”, advierte Carla Guzmán.
Como recomendación la experta indica que para prevenir los resfriados se aconseja el lavado de manos frecuente y que para fortalecimiento del sistema inmune la mejor receta es una dieta equilibrada y variada, particularmente en frutas y verduras, las cuales tienen gran cantidad de vitaminas y minerales, pues son primordiales como intermediarios en rutas metabólicas de dicho sistema.
Ayuda extra
En caso de que quiera recurrir a algún medicamento para prevenir resfríos, el químico farmacéutico Enrique Urra, académico de la carrera de Química y Farmacia de la USS, sede Concepión, comenta que no existe ningún medicamento inmunomodulador que esté indicado para la prevención del resfrío común. “Los inmunomoduladores existentes están indicados en patologías mucho más complejas que requieren el diagnóstico y prescripción por un especialista”.
No obstante, sí hay algunas opciones. “Dentro de lo que se puede recomendar como complemento para estimular el sistema inmune, están los distintos complejos multivitamínicos. Entre las vitaminas, la vitamina C tiene propiedades inmunoestimuladoras, por lo que podría ser utilizada con este fin. Adicionalmente, el complejo vitamínico B (B1, B6, B9, B12), son esenciales para el funcionamiento del sistema inmune, por tanto podría, igualmente, suplementarse a sujetos con déficits nutricionales”.
En resumen, el consumo de complejos multivitamínicos contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune, sumado a que muchos de estos productos incluyen probióticos, a los que también se les atribuyen propiedades inmunoestimulantes, indica el académico.
El docente explica que, en todo caso, personas con una alimentación equilibrada no requieren suplementos vitamínicos, pues estos nutrientes provienen de los alimentos. “En aquellos sujetos con déficits nutricionales, es posible y recomendable emplear suplementos vitamínicos, sin embargo, debe existir una evaluación e indicación de un profesional idóneo, para evitar posibles eventos adversos relacionados con una hipervitaminosis. Existe la idea de que las vitaminas no producen problemas para la salud, pero los excesos y los défícits traen consecuencias importantes“, puntualiza.
Urra agrega que además se recomienda la vacunación anual con antigripal para, de esa forma, fortalecer nuestro sistema inmunológico frente al virus de la influenza.