El importante papel del químico farmacéutico en los equipos de salud

La figura del químico farmacéutico resulta importante para la salud pública, ya que brinda un papel de apoyo y asesoramiento del paciente. Una buena comprensión del tratamiento resulta clave para el éxito y la recuperación. 

¿Le ha pasado alguna vez que no comprende cabalmente las indicaciones del médico? Eso es algo que ocurre con frecuencia y muchas veces son los químicos farmacéuticos quienes le vuelven explicar el tratamiento al paciente. Ante esto es importante subrayar que la comprensión de las indicaciones clínicas son relevantes para el éxito de una determinada terapia farmacológica.

La afabetización en salud permite al paciente tener un mejor conocimiento sobre la afección o enfermedad que padece y comprender cabalmente el camino que deberán recorrer en su proceso de rehabilitación o tratamiento.

La medicina actual, por lo mismo, no se reduce a la atención de un médico cirujano o especialista que, si bien es importante para recuperar el estado de salud del usuario, debe dialogar también con otras disciplinas, conformando equipos multidisciplinarios al servicio de las personas.

Hasta hace algunos años la figura del químico farmacéutico parecía algo remota en la relación directa con el paciente. Sin embargo, con el fin de orientar de mejor manera el tratamiento farmacológico asignado y resolver dudas de los usuarios, poco a poco ha logrado tener un espacio muy importante en los equipos de salud.

“Informar es diferente a educar, y eso es lo que hacemos, sobre todo porque somos especialistas en el uso de medicamentos. Podemos corroborar que la persona entienda de manera efectiva su medicación, evitando errores y contribuyendo al logro de la terapia correspondiente”, expresó Marión Chávez, directora de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastiánsede De la Patagonia.

Experiencia formativa del Químico farmacéutico

La directora explica que cuando una persona asiste a un centro hospitalario lo hace buscando no sólo atención, sino también ayuda y comprensión. El equipo de salud debe jugar un rol de facilitador ante esta situación, para no sobrecargar al paciente con tensiones adicionales que ya ocupan gran parte de su día a día.

Lo anterior, mejora la calidad de los servicios, aportando a la recuperación o manejo de la condición de las personas.

Por lo mismo, la USS ha comenzado a aplicar en los estudiantes de Química y Farmacia la metodología de simulación clínica, ampliamente utilizada en otras carreras de la salud.

“Exponemos a nuestros estudiantes, desde cursos tempranos, a situaciones potencialmente reales, con actores profesionales, y en las cuales deben superar pruebas que dialogan con los contextos sanitarios a los cuales se verán enfrentados al momento de su egreso”, expresa la académica.

Cabe destacar que la Universidad San Sebastián cuenta con un Hospital de Simulación Clínica, único en el sur del país.

Fue una experiencia inmersiva enriquecedora e innovadora, en la cuál no sólo logramos poner en práctica los conocimientos teóricos, sino que también adquirimos habilidades comunicacionales para el trato con el paciente, lo que es clave para que él o ella entienda cómo proceder para recuperar su bienestar o manejar una enfermedad. Además, el acompañamiento docente fue muy positivo, pues nos guiaban y orientaban para brindar una mejor atención, pensando en el futuro ejercicio de la profesión”, sostuvo Jorge Bahamonde, estudiante de la carrera de Química y Farmacia.

El efecto formativo de las simulaciones clínicas cumplen con lo que se requiere: un profesional capaz de sensibilizarse con la realidad del paciente, ayudándole a resolver sus dudas respecto a su tratamiento, explicando cómo funciona cada medicamento y para qué sirve, siendo empático y fomentando el buen trato, acciones vitales para cualquier paciente en medio de una difícil situación.

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