Exitoso ciclo en la USS: La familia y su valor en cuatro dimensiones

Familia Desafiada en Tiempos de Pandemia, se denominó el ciclo de encuentros que congregó a las familias de los estudiantes de la Universidad San Sebastián, orientado a realzar y reflexionar sobre el valor de la familia.

 

Bajo el nombre Familia Desafiada en Tiempos de Pandemia, el Instituto de Filosofía y la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y Proyectos Institucionales de la Universidad San Sebastián, desarrollaron un ciclo de charlas dirigidos a las familias de los estudiantes como un espacio de reunión y reflexión destinado a realzar el valor de la familia.

La alegría en la familia; La familia, escuela de vida; La familia y la solidaridad y Las virtudes como fuerza de la vida familiar fueron las cuatro estaciones de este ciclo de charlas online, encabezado por el director del Instituto de Filosofía, Eugenio Yáñez.

“Nuestra misión como Universidad no solo es formar profesionales, sino también ampliar esta promesa y formar una buena persona y un buen ciudadano con vocación social. Pero esta noble misión debe ser en comunión con las familias porque se trata de un proceso de coeducación”, destacó.

Nacer 2 veces

Klaus Droste, decano de la Facultad de Psicología fue el primer expositor del ciclo con la charla La alegría de la familia, donde planteó que la familia es un tesoro y una gran riqueza en tiempos difíciles como el que vivimos producto de la pandemia por Covid-19.

Los seres humanos “necesitamos de alguna manera nacer dos veces en el orden natural. No está garantizado que por estar físicamente sanos y haber nacido bien, vivamos conforme a nuestra naturaleza. Es decir, que podamos contribuir y aportar a una comunidad de personas”, dijo.

Además, planteó que “la cultura es el término al cual apunta que el ser humano pueda vivir en sociedad. Es aquello que al hombre lo humaniza, es como el reflejo del espíritu de un pueblo y supone cultivar y trabajar algo para enriquecerlo y elevarlo. Entonces, tenemos que nacer dos veces y ser engendrados mediante la palabra, la educación y la formación”.

Fortaleza y ser social

La segunda exposición del ciclo estuvo a cargo de Mauricio Echeverría, director del Instituto de Estudios para la Familia USS, quien se refirió a la Familia como escuela de vida. Haciendo un puente con lo señalado en la primera jornada, el experto indicó que “la familia y la educación que brinda es como un segundo nacimiento. Como decía Tomás de Aquino, la familia es cómo un útero dónde el niño termina de gestarse”.

El expositor indicó también que hay dos grandes cualidades humanas que la familia deja: “una de ellas es la fortaleza, la perseverancia, resiliencia o capacidades de sobreponerse a las dificultades, caídas y fracasos. La segunda gran herencia es el buen trato, la capacidad de socializar“.

Solidaridad

En la tercera intervención, Emilio Morales, académico del Instituto de Filosofía abordó La familia y la solidaridad, afirmando que “la participación es un tomar parte en las vidas de los otros y que los otros hagan lo mismo en mi vida, es un constitutivo de la comunidad del bien del conjunto o bien común. Pero éste tiene que ser orgánico y debe tener una cierta estructura, según dijo Karol Wojtyla (Papa Juan Pablo II) en un fantástico libro que se llama Personas y acción. Por eso, la actitud necesaria para la participación es la solidaridad”.

¿Y cómo se entiende la solidaridad? Emilio Morales señala que “es un empeño firme y constante o el volcar todo mi ser a los demás o al conjunto de la comunidad”.

Virtudes familia

En la última charla, Juan Ignacio Rodríguez, subdirector del Instituto de Filosofía se refirió a Las virtudes como fuerza de la vida familiar y detalló tres de ellas: la humildad, la paciencia y la gratitud. El expositor señaló que “conviene cuidar en estos tiempos, la humildad que implica reconocerse como alguien que tiene fortalezas y riquezas, pero también precariedades y defectos. De esa forma, las personas son capaces de abrirse al otro con benevolencia”.

Respecto a la paciencia, Juan Ignacio Rodríguez manifestó que la paciencia “nos permite sobrellevar los defectos propios y de los otros y que se prolongan en el tiempo como ha ocurrido con el confinamiento producto de la pandemia por Covid-19. Esto va de la mano con saber perdonar y sentirse perdonado”.

Además, habló de la gratitud y aseguró que “es necesario que sepamos agradecer la familia que somos y no engañarnos esperando que cada uno de sus integrantes sea de otra manera, porque el resultado de esa gratitud es la alegría de la familia”.

Revive aquí los cuatro capítulos del Ciclo:

WhatsApp