Con este tipo de casas es posible reducir los desechos de la construcción, asegurar el ciclo de vida de los materiales y mejorar la calidad de los desarrollos habitacionales en forma sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico.
Las casas prefabricadas podrían ser sostenibles en casi todos los aspectos y no solamente en materia ambiental, sino también social y económica ¿De qué depende la ecoeficiencia?
Carolina Fonseca, directora de la carrera de Arquitectura de la sede De la Patagonia dice que el hecho de “desarrollar componentes constructivos o estructuras prefabricadas e industrializadas adelanta la posibilidad de tener el conocimiento exacto del ciclo de vida de una casa y así poder planificar el desmantelamiento o desmontaje de las edificaciones en el tiempo, lo que favorece el reciclaje de materiales o reutilización de estos”.
En ese sentido, la académica plantea que existen algunas condiciones para que las edificaciones prefabricadas aporten en forma significativa a la sostenibilidad en sus múltiples dimensiones.
La docente señala que este tipo de construcción en espacios controlados mejora la calidad de vida de las personas, ya que se evita la exposición al ruido, al polvo y el uso inadecuados de maquinarias en una obra.
Además, señala que el último aspecto relevante para la sostenibilidad es que el proceso de construcción sea eficiente y eso tiene que ver “con la optimización de los recursos y la prefabricación permite que uno pueda prefigurar de una manera adecuada todos los elementos que intervienen en el proceso”.
La arquitecta señala que, en términos de seguridad y sostenibilidad, por ejemplo, “sistemas constructivos con PVC (policloruro de vinilo), deberían descartarse porque, a pesar de facilitarse los procesos constructivos, ser livianas y duraderas, el PVC es elaborado a partir de hidrocarburos y su altísima huella ambiental es casi imposible de revertir, y adicionalmente libera por mucho tiempo gases tóxicos al ambiente perjudicando la salud”.
Carolina Fonseca explica que una de las principales ventajas de la prefabricación es que “se pueden simular todas las etapas del proyecto, desde el diseño, la eficiencia energética, el comportamiento estructural y las etapas constructivas.
Esto permite garantizar la estabilidad sísmica y evitar los puentes térmicos y acústicos que actualmente provocan problemas significativos de confort en las viviendas. Además, se pueden elaborar ensayos de los componentes en la fábrica, lo que implica un mayor aseguramiento de la calidad en la casa”.