Víctor Ruiz, nuevo decano de Educación habla de los desafíos de la docencia en Chile

Con sólo 39 años, Víctor Ruiz, a cargo de las carreras de Pedagogías de la USS nos cuenta cómo nació su vocación por una de las profesiones más relevantes para el desarrollo del país; su visión de la crítica situación de la educación escolar en Chile y los desafíos que su Facultad tiene en este contexto.

A inicios del año 2010, el licenciado en Filosofía y periodista de la Universidad Adolfo Ibáñez, Víctor Ruiz, ingresó por primera vez a hacer clases de Lenguaje en un colegio subvencionado de alta vulnerabilidad en la periferia de Santiago. Lo que encontró en esas salas de clase fue esperanzador: “Los estudiantes querían aprender y por, sobre todo, buscaban que sus profesores creyeran en ellos”.

Esa experiencia marcó completamente su trayectoria profesional y académica: “Salí de la universidad con muchas ganas de construir una sociedad más justa, pero no sabía muy bien desde dónde. La academia, la investigación y el periodismo llamaban mi atención, pero alguien del mundo de la educación vinculado a la Fundación Enseña Chile, me preguntó: ¨¿Quieres estar en el lado de los que cuentan la historia o en el lado de los que la cambian para bien?”.

Formación

En su segundo año como profesor de Lenguaje y Filosofía, Ruiz sintió que se podían hacer cambios desde la sala de clases: “Tuve la oportunidad de diseñar un programa de desarrollo del pensamiento para estudiantes de séptimo a segundo medio en un liceo municipal con muchos estudiantes. Hacía clases en 16 cursos, era profesor jefe de un tercero medio, guiaba al equipo de debates, etc.”

En todo ese trabajo, se dio cuenta que los estudiantes valoran a los docentes que logran transmitir pasión por lo que enseñan y, sobre todo, construyen un vínculo de respeto y preocupación. “Eres buen profesor en la medida que conozcan con profundidad la disciplina, sepas cómo enseñarla a tus estudiantes y demuestres que ellos te importan”, reflexiona. Solo en su segundo año de docencia, Ruiz consiguió el cariño de sus estudiantes, logro en sus aprendizajes y el reconocimiento del Sistema Nacional de Evaluación Docente, que lo calificó en nivel “destacado”.

Luego de dictar clases en distintos colegios de la región Metropolitana, asumió roles académicos y de gestión en fundaciones ligadas a la educación como Enseña Chile, Forja Chile y Aptus. En paralelo, estudió tres programas de máster, fue becario Fullbright (EE.UU.) y conoció en detalle otros modelos de formación docente, porque, como él mismo reconoce, tiene una persistente hambre por aprender: “me declaro estudiante eterno, porque creo profundamente que aquellos que enseñamos, somos, en primer lugar, aprendices y necesitamos de otras personas y experiencias para aprender y desarrollarnos”.

Uno de sus temas de trabajo e investigación aplicada ha sido, de hecho, la enseñanza. Esta especialización en principios y prácticas de enseñanza efectiva, además de su experiencia acompañando educadores de todos los niveles, le permitió participar en el comité experto responsable de la actualización del Marco para la Buena Enseñanza y los estándares docentes (2021) del Ministerio de Educación-CPEIP.

Sobre este último trabajo, declara: “Enseñar efectivamente es una tarea compleja y desafiante, pero existen importantes hallazgos y consenso en el mundo sobre qué es buena enseñanza; entonces, es tarea de las instituciones y personas que formamos nuevos docentes, ofrecer principios clarificadores, buenos ejemplos y modelos, en espacios de práctica y mejora continua. No hay una sola receta ni fórmula, pero sí sabemos qué ingredientes son esenciales para una formación y desarrollo docente de calidad”.

Desafíos

Hoy, y  tras aceptar el desafío de liderar la Facultad de Educación de la Universidad San Sebastián, la nueva autoridad reconoce la gran labor de su cuerpo académico y la amplia oferta formativa de pregrado, postgrado y formación continua docente de la USS. No obstante, subraya la necesidad de rediseñar y articular entre sí los programas para responder a uno de los mayores retos del sistema educativo chileno: atraer, formar, retener y desarrollar a docentes y directivos.

“El gran objetivo de la Facultad debe ser reducir el déficit de docentes idóneos y bien preparados. Para lograrlo, necesitamos apostar más por el pregrado y programas de prosecución de estudios que permitan a licenciados y profesionales de otras áreas desarrollar conocimientos disciplinares, habilidades docentes y un juicio efectivo para promover aprendizajes duraderos en sus estudiantes. Con estos ingredientes primero, desde un enfoque práctico y lo más cerca de los colegios, vamos a facilitar la creatividad, la innovación y la colaboración en los profesores”, asegura con respecto a la contribución de la USS ante la escasez de profesores, que se estima será de 26 mil docentes solo en educación media según un estudio de 2021 de Elige Educar.

Otro de los desafíos es cómo formar buenos profesores que, al mismo tiempo, se transformen en líderes escolares. “Cuando uno observa en detalle qué afecta la deserción de los docentes ya titulados, encontramos distintos factores. Dos se relacionan directamente con el liderazgo en los colegios: el clima de aula y laboral en los establecimientos escolares y cómo sus líderes pueden cambiarlos positivamente; y el sentirse parte de una visión compartida de colegio sobre qué es el aprendizaje, cómo es y se ve la buena enseñanza y especialmente para qué, cuál es propósito común de docentes, estudiantes y sus familias”, indica con respecto al diagnóstico de la educación actual. “Enseñar es también liderar. Necesitamos formar en liderazgo a nuestros estudiantes de pedagogía”.

“Queremos que la Facultad proponga un modelo atractivo y contundente de formación docente que entusiasme a muchos en sus distintas etapas profesionales; que despierte la vocación de enseñar y la transforme mejores decisiones de enseñanza, informadas por la evidencia y adaptadas al contexto escolar; que nuestros egresados vuelvan a la USS, para seguir desarrollando sus capacidades de liderazgo escolar, experticia en didáctica y nutran al sistema escolar con investigación aplicada”, asegura. Y finaliza: “Porque, más allá de las modas o tendencias, el profesor o la profesora sigue siendo la causa más importante en el aula de los aprendizajes y la formación integral de sus estudiantes. Para honrarla, queremos formar docentes que, a ojos de sus estudiantes, saben lo que enseñan y se preocupan y desarrollan un vínculo con ellos”.

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