Una puerta abierta hacia la internacionalización
Múltiples beneficios tiene para la formación personal y profesional, la experiencia de realizar estudios en el extranjero. Cinco estudiantes y dos académicos de la Universidad San Sebastián vivirán la aventura, gracias a la Beca Iberoamericana “Estudiantes de Pregrado y Jóvenes Profesores e Investigadores”.
Perfeccionarse más allá de las fronteras nacionales es una experiencia que no solo permite un crecimiento en lo profesional, sino que enriquece integralmente a los jóvenes que tienen la oportunidad de vivir la experiencia del intercambio internacional, dado que abre las fronteras, permite el aprendizaje de idiomas y empaparse de otras culturas y costumbres.
Es por eso que las universidades incentivan alternativas para que sus estudiantes tengan la oportunidad de viajar, estudiar y conocer antes de egresar, de modo de que al momento de integrarse al mundo laboral, tengan una visión distinta del mundo y la consciencia de que hoy en día todas las sociedades están interconectadas y el trabajo es colaborativo.
Algunas instituciones también se han ocupado del tema, y es así como el grupo Santander entrega la Beca Iberoamericana “Estudiantes de Pregrado y Jóvenes Profesores e Investigadores”, que este año permitirá a cinco alumnos de la Universidad San Sebastián cursar estudios durante un semestre en diversas universidades del orbe; así como también entregará la oportunidad a dos académicos, de realizar trabajos de investigación en planteles extranjeros.
Se trata de los estudiantes Catalina Machuca, quien cursará un semestre en la Universidad de Sao Paulo; María Paz Parra, quien se irá de intercambio a la Universidad Autónoma del Estado de México; Francisca Porras, que acudirá a la Universidad Pontificia Bolivariana, de Colombia; y Natalia Ordóñez y Tania Fernández, que realizarán estudios en la Universidad de Oviedo, España.
En tanto, el docente Alejandro Amoroso realizará una pasantía de investigación en la Universidad de Buenos Aires y Jaime Miranda la efectuará en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Junto con agradecer a Banco Santander la entrega de estas becas, Hugo Lavados, rector de la USS, destacó la gran importancia que tiene este tipo de iniciativas en el perfeccionamiento profesional. “Es muy importante el intercambio de estudiantes y extremadamente significativo que nuestros profesores puedan tener la posibilidad de desarrollar investigación afuera. Especialmente importante es que de los cinco alumnos becados, tres son de nuestras sedes fuera de Santiago, por eso esperamos que puedan sacarle el mayor provecho a esta oportunidad”.
Por su parte, el gerente de Santander Universidades e Instituciones, Rodrigo Machuca, destacó que “tenemos la convicción que invertir en educación es invertir en el futuro de la sociedad. Por eso felicitamos a los alumnos y profesores que gracias a sus méritos académicos hoy emprenden grandes desafíos, como conocer otras culturas y enriquecerse con nuevas experiencias”.
Una de las becadas, la alumna de Pedagogía en Educación Básica, María Paz Parra, agradeció la disposición y colaboración de la Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad, y recalcó que “sin esta oportunidad no habría tenido los recursos económicos que facilitaran mi viaje para esta experiencia de intercambio social y cultural. Esta colaboración no es solo conmigo, sino con la comunidad educativa, que será la principal protagonista en vivenciar los frutos de esta experiencia de aprendizaje que, sin duda, resultará muy significativa y enriquecedora”.
El alumno Pablo Moreno obtuvo la beca en 2015 y gracias a ella cursó estudios en la Universidad Veracruzana, en México, y señaló que la experiencia le permitió “descubrir que no hay límites para lograr y alcanzar lo que uno quiere, entender que si uno quiere se puede, y aprender que la vida es tan bella como uno quiere que sea. Haber vivido 6 meses en otro país como si hubieran sido años, fue sin duda una de las más inolvidables aventuras que la vida me haya regalado. El hecho de salir por primera vez de mi país y dejar mi hogar y mi zona de confort para enfrentarme a otra forma de apreciar la vida, fue un reto muy grande tanto en el ámbito profesional como cultural. Las relaciones sociales que establecí con mis compañeros fueron gratas y estables y las diferencias culturales no fueron impedimento para establecer lazos que hasta hoy conservo”.