Descubrimiento científico reafirma que el problema dental está en el tipo de alimentos que uno come…y en la mala higiene posterior. Consumo de harinas y carbohidratos propició aparición de caries… ¡y el surgimiento de los dentistas!
Durante 27 años pareció ser solo una simple lesión por caries… pero en realidad era la evidencia del tratamiento dental más antiguo que se conoce. Hace 14 mil años un joven acudió a un “dentista” para que le atendiera una caries que tenía en el tercer molar inferior derecho. ¿Cuál fue la decisión del especialista paleolítico? Raspar con utensilios de piedra hasta que la parte afectada desapareciera.
El descubrimiento –dado a conocer esta semana- fue realizado por un equipo de investigadores, mayoritariamente italianos y alemanes. Los científicos examinaron la calavera de un hombre de 25 años hallado en 1988 en las montañas al norte de Italia y descubrieron que la muela del “paciente” tenía signos de haber sido raspada de manera intencional. Al analizar en detalle, los investigadores se dieron cuenta que el procedimiento no fue realizado ni con hueso ni con madera, sino con un instrumento de piedra.
Esta noticia sorprendió a muchos… pero no a todos. “Es muy parecida a una técnica que se usa actualmente, que se llama Técnica de Restauración Atraumática (TRA), que se usa como medida de salud pública en África”, dice el dentista y docente de la Facultad de Odontología de la Universidad San Sebastián, Enrique Fernández.
A falta de un torno dental, este procedimiento consiste en remover los tejidos cariados raspando la superficie del diente o muela con instrumentos manuales, como el que se aplicó en el paciente del paleolítico, con la diferencia de que actualmente, al terminar la cavidad se sella con un material adhesivo. “En la mayoría de los casos se utiliza el ionómero de vidrio, por su bajo costo“, especifica el profesor universitario.
Pero, ¿por qué le realizaron este tratamiento en vez de extraer la muela? Es muy probable que nunca podamos saber a ciencia cierta la razón de esta decisión, no obstante sí podemos deducir. El profesor Fernández especula que el procedimiento tenía un fin estético más que de alivio del dolor, porque este último se solucionaba a través de la extracción del diente. “Yo creo que era más bien una dignidad o alguna persona que se hacía merecedora de un tratamiento conservador y algún pionero dijo que tenía un sistema que mediante unas lancitas de piedra lograba remover el tejido sin tener que extraer el diente. Se me ocurre que son los primeros indicios de una odontología más bien conservadora que mutiladora”, puntualiza el dentista de la USS.
Stefano Benazzi, paleontólogo de la Universidad de Bolonia y líder de la investigación, señaló a Discovery News que el procedimiento dental descubierto en la calavera “tiene una antigüedad mayor a cualquier evidencia indiscutible de cirugía craneal y dental, actualmente representada por perforaciones dentales y trepanaciones craneanas que datan del período mesolítico-neolítico, hace alrededor de 9 mil o 7 mil años”. El registro más antiguo que se tenía de tratamiento dental data del Neolítico, hace 6.500 años, cuando se halló un diente perforado en Pakistán, según un estudio publicado en 2006 (revíselo al final de esta crónica).
Este descubrimiento daría sustento a otros estudios recientes que señalan que el cambio hacia una dieta más rica en carbohidratos -por ejemplo un mayor consumo de granos y almidones- fue anterior al Neolítico e incluso al origen de la agricultura. En otras palabras, la modificación de las conductas alimentarias de los humanos se produjo hace 10 o 20 mil años. Y con esos nuevos alimentos aparecieron las caries.
El docente de la Facultad de Odontología USS, Enrique Fernández, señala que las caries son provocadas por bacterias que han estado presentes en la boca desde siempre. “Quizás la incidencia era menor, porque si la nutrición estaba basada en alimentos que eran mucho más duros y que por lo tanto iban autolimpiando los dientes, habían menos posibilidades de que quedaran sustratos que fueran colonizados por las bacterias”.
Este problema de salud, derivado del cambio de dieta, no solo se ha desarrollado en los seres humanos. También lo viven ahora los animales domésticos, especialmente los perros. “Hoy por hoy ya hay mucho veterinario dedicado a la odontología, especialmente a la canina, porque el cambio que hubo en los animales domésticos, especialmente los perros y gatos, desde la alimentación anterior que les dábamos a la actual que es blanda y pegajosa, ha favorecido la progresión de caries de manera exponencial”, explica el profesor Fernández.
El solo hecho de imaginar un tratamiento en base a instrumentos de piedra a muchos le eriza la piel, pero al parecer el trauma fue mucho más sicológico que físico. Muchas de las caries que progresan lentamente hacen que la dentina -el tejido que va debajo del esmalte dental- responda creando una callosidad que protege la pulpa, el tejido blando donde está el nervio de la muela. Esta capa dura facilita, en la mayoría de los casos, que raspar la superficie de la pieza no provoque dolor… como pudo ser el caso de nuestro antepasado. Al final, el susto por tener una piedra golpeando la muela pudo ser más grande que el tratamiento mismo.
¿Y en cuanto al dentista de las cavernas y su trabajo que 14 mil años después se hizo conocido?
“Si uno tuviera que juzgarlo, tendría que ponerle buena nota”, dice el profesor Fernández. “Por lo menos en lo que llamamos ‘planimetría de las cavidades dentales’ tendría buena nota”.
Fuente: Escrito por Bastián Garcés