Descubren mecanismo que protege contra el crecimiento de tumores mamarios

El Dr. Manuel Varas-Godoy, investigador del Centro de Biología Celular y Biomedicina de la USS, fue parte de un estudio que logró identificar un mecanismo que controla el crecimiento de los tumores de mama. Los resultados fueron publicados en la revista Nature Communications.

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El cáncer de mama afecta a cerca del 10% de las mujeres a lo largo de su vida. Es considerado uno de los principales problemas de salud pública a nivel global, y la primera causa de muerte en las mujeres chilenas. Los cánceres de mama RE-negativo, es decir, sin receptores de estrógeno, tienen menos opciones de tratamiento, ya que no responden a la terapia hormonal.

Así, es necesario conocer los mecanismos que regulan el crecimiento del cáncer de mama RE-negativo para encontrar nuevos blancos terapéuticos. Tras años de trabajo, científicos del Instituto Karolinska de Suecia, con la colaboración del Dr. Manuel Varas-Godoy, investigador del Centro de Biología Celular y Biomedicina de la Universidad San Sebastián, lograron identificar un mecanismo previamente desconocido que controla el crecimiento de los tumores de mama a nivel molecular.

El Dr. Varas-Godoy explica que el cáncer de mama, y un mal pronóstico de éste, “se relaciona frecuentemente con un aumento en la actividad de una vía de comunicación celular conocida como vía de señalización Notch. Sin embargo, los mecanismos que regulan esta señal —y que explicarían su aumento en el cáncer de mama— son poco conocidos”.

Un “guardián” contra el crecimiento del cáncer de mama

Abordando esa interrogante, los investigadores encontraron que una proteína llamada GIT1 inhibe la señalización de Notch y. por ende, protegería contra el crecimiento del tumor. También observaron que los tumores de mama RE-negativos tenían bajos niveles de la proteína GIT1 en comparación a tumores menos agresivos. El Dr. Varas-Godoy señala que, además, hay una correlación negativa entre la expresión de esta proteína y la sobrevida de los pacientes: “Si hay altos niveles de GIT1 en el tumor, los pacientes tenían un mejor pronóstico que quienes tenían bajos niveles”.

La conclusión, entonces, es que la presencia de GIT1 no permite a la señalización de Notch promover sus propiedades pro-tumorogénicas, convirtiéndola en un guardián contra el crecimiento del cáncer de mama.

“La identificación de la proteína GIT1 como un modulador de esta señal que propicia el cáncer permitiría usarla como biomarcador diagnóstico de cáncer de mama, y tener un pronóstico del estado clínico que puede llegar a tener un paciente dependiendo de si presenta niveles altos o bajos de esta proteína”, dice el Dr. Varas-Godoy. Además, el descubrimiento de este mecanismo puede generar posibles nuevos blancos terapéuticos contra la enfermedad.

Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Nature Communications.

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