Un 10% de la población mundial sufre de hambre, según FAO. En Chile, son varios los factores que afectan la producción y el acceso a los alimentos: la guerra en Ucrania, el aumento del precio del dólar y de los insumos, la tensión en transporte y logística y el cambio climático, entre otros. La USS desarrolla varias iniciativas para contribuir a mejorar la seguridad alimentaria, como el Banco de Alimentos Solidario y un Observatorio de la Industria Alimentaria.
Poner fin al hambre es el segundo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que planteó la ONU para 2030. Sin embargo, después de tres décadas en que la cantidad de personas que padecían hambre fue disminuyendo, en 2015 empezó a aumentar paulatinamente. Factores como la pandemia, la guerra en Ucrania y el complejo momento económico mundial han empeorado el panorama, instalando con fuerza la discusión en torno a la seguridad alimentaria.
María Emilia Undurraga, investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios de la USS, explica que para analizar este concepto es necesario considerar tres pilares. La disponibilidad, es decir, que haya alimentos; el acceso, que las personas tengan recursos para adquirirlos; y la nutrición, que apunta a que la población pueda satisfacer sus requerimientos nutricionales para llevar una vida activa y saludable.
La académica USS y ex ministra de Agricultura comenta que no estamos en buen camino: en 2015 un 8,9% de la población mundial padecía hambre, cifra que actualmente alcanza a un 10%.
“Cerca de 830 millones de personas viven con inseguridad alimentaria en el mundo y más de 150 millones están en situación crítica de hambre. Esto está pasando hoy y es invisibilizado. La proyección es que en los próximos años disminuya a inseguridad y volvamos a los números de 2015, es decir, en 15 años no vamos a avanzar en el indicador de hambre cero”.
Tomando el caso chileno, Undurraga detalla que en cuanto a disponibilidad no tenemos riesgo de quedar sin alimentos. Si bien somos un país pequeño, contamos con tratados de libre comercio que permiten obtenerlos de distintos mercados en caso de crisis. Añade que hoy uno de los grandes desafíos es en materia de acceso, por eso es fundamental impulsar iniciativas que apunten a esa necesidad.
“Por ejemplo, el problema de acceso no puede solucionarse con medidas de apoyo a la agricultura familiar para que siembren más, pues estaríamos apuntando a mejorar disponibilidad. Si bien, este sector requiere ayudas, la problemática hoy es que los alimentos están un 20% más caros y se deben focalizar las acciones en esa línea”.
La Universidad San Sebastián ha impulsado una serie de acciones para contribuir a la seguridad alimentaria, a través de la participación de académicos y estudiantes en un Banco de Alimentos Solidario en la sede Concepción, y un Observatorio de la Industria Alimentaria, en la sede Valdivia, entre otras.
Se trata de una iniciativa que se encarga de recuperar alimentos descartados por las empresas (por malformaciones, tamaños diferentes, proximidad de vencimiento, entre otros factores) y, que aún se encuentran en buenas condiciones para ser consumidos, para ser distribuidos a organizaciones más vulnerables.
Bautista Espinoza, académico de Vinculación con el Medio de la Escuela de Nutrición y Dietética, trabaja desde 2015 en este proyecto. Relata que “en los primeros años, íbamos a la Vega Monumental y capacitamos a los locatarios para que aquellos alimentos que no se comercializaban, por ejemplo, los plátanos con pintas cafecitas, no los botaran, que los guardaran para donarlo al Banco. Junto con ello, los alumnos y académicos de la carrera de Trabajo Social hacían perfiles de los beneficiarios, definiendo si eran personas de bajos recursos o de poblaciones vulnerables para poder acceder a estos beneficios, aprendieron de la administración y logística. Y la carrera de Administración Pública, por su lado, ayudaba a las organizaciones a que sacaran personalidad jurídica, pues sin esto, no podían ser beneficiarios, entre otras cosas. Es decir, nos fuimos transformando en un aporte integral de esta iniciativa social”.
El Observatorio de la Industria Alimentaria de Los Ríos busca generar un espacio estratégico de orientación a productores y consumidores de alimentos, que contribuyan al mejoramiento del perfil epidemiológico y la seguridad alimentaria, con enfoque en la producción de alimentos con identidad regional.
La iniciativa, que es liderada por las carreras de Nutrición y Dietética e Ingeniería Comercial, sede Valdivia, comenzó a funcionar en abril de este año con el apoyo de la Corporación de Desarrollo Productivo Los Ríos, la Asociación Gremial de Productores de Leche de la Región de Los Ríos (Aproval), la Fundación AcercaRedes, la Seremi de Salud y la Seremi de Economía de Los Ríos.
El Observatorio pretende identificar necesidades de apoyo a los productores y consumidores, que apunten a generar un plan de trabajo para disminuir brechas, estableciendo dentro de lo planificado ferias expositivas, con productores y emprendedores locales.