Con fondos de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, la carrera de Fonoaudiología de la USS Valdivia participa en la realización del “Screening auditivo universal en el Hospital Base de Valdivia”, que tiene como objetivo principal detectar la hipoacusia en niños pequeños.
Un término habitual -que emplean los fonoaudiólogos y que es una limitante a la hora de generar comunicación y lenguaje- es la Hipoacusia, que corresponde a la pérdida auditiva y que trae consigo una serie de consecuencias en el desarrollo si no es detectada a tiempo. En ese contexto, es que en nuestro país hay una carencia de mecanismos que permitan detectar trastornos auditivos en los primeros años de vida, lo que en definitiva repercute en desigualdad de oportunidades, que van desde lo cognitivo hasta lo afectivo, social y educativo.
Bajo esta realidad, la carrera de Fonoaudiología de la U. San Sebastián liderada por su Secretaria de Estudios Aileen Bahamondes, se asoció con el Hospital Base de Valdivia en el proyecto Screening Auditivo Universal, con Emisiones Otoacústicas en recién nacidos (RN) vivos del Servicio de Puerperio y Puericultura del Hospital Base Valdivia (HBV). El promedio de detección de pérdida auditiva en los niños es aproximadamente a los 3 años, donde el periodo crítico del desarrollo del lenguaje va desde los primeros meses de vida y los 3 años de edad. Al no ser diagnosticados a tiempo, los niños pierden un periodo que es determinante. Del mismo modo, este programa fortalecerá el desarrollo de habilidades de los estudiantes de pregrado de la carrera de Fonoaudiología a través de su participación en la realización de este programa.
Como explica Aileen Bahamondes “nuestro país no tiene ninguna ley que plantee el Screening Auditivo Universal como una obligación para las instituciones de salud. Sin embargo, en varios hospitales y clínicas, se realiza. Actualmente, dentro de las Guías GES que evalúan la posible presencia de hipoacusia, se encuentran: Hipoacusia Neurosensorial Bilateral del Prematuro y Tratamiento de Hipoacusia Moderada en menores de 2 años. Y si bien, ambas guías representan un avance, dejan sin estudio a un importante número de bebés que pueden presentar Hipoacusia en ausencia de factores de riesgo. Se estima que la prevalencia de pérdida auditiva sin factores de riego es de 2 a 3 niños por cada 1000 nacidos vivos”, enfatiza.
En ese contexto, la carrera de Fonoaudiología se propuso aportar en la detección temprana a través de diferentes exámenes si existen trastornos auditivos, como el de Emisiones Otoacústicas.
Para Alejandra Manzo, Matrona Supervisora del Subdepartamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Base de Valdivia, “en el minuto en que llegó esta propuesta fue maravilloso, ya que lamentablemente por una falta de recursos no se había podido implementar. Cuando se detectan de forma tardía problemas auditivos los niños, pueden tener secuelas y retrasar su desarrollo psicomotor. Por lo que tener la posibilidad de detectarlo a tiempo de manera organizada y sistemática era algo que, como hospital no habíamos podido implementar”.
“La propuesta de la Universidad San Sebastián, vino a suplir esta falta. Independiente que nosotros lo implementemos o no, siempre va a seguir como una colaboración importante, tanto para los alumnos que vayan egresando de la Universidad, como para nosotros desde el punto de vista clínico, porque vamos a tener más manos para atender de mejor manera a nuestros usuarios que es nuestro objetivo final”, apunta Alejandra Manzo.
Asimismo, Aileen Bahamondes complementa, señalando que “no sólo los padres y los bebés nacidos en el Hospital Base de Valdivia se verán beneficiados con este proyecto, sino también nuestros estudiantes, quienes vinculan el desarrollo de esta intervención con las funciones de docencia de pregrado. Asimismo, la carrera cuenta con mecanismos de monitoreo sistemático que permite retroalimentar a la comunidad intervenida, tanto usuarios internos como externos”.
“Lo anterior genera un vínculo bidireccional, entregando un beneficio mutuo al cubrir una necesidad de la comunidad y promover el desarrollo valórico, cognitivo y procedimental de los estudiantes”, finaliza la profesional.