Sandra Ermann Canifru, directora de Formación Integral de la USS, mezcló sus dos pasiones, la educación parvularia y su talento musical. Hoy, sus canciones enfocadas a niños y temas contingentes como el Coronavirus, se pueden encontrar en Spotify. Conoce aquí su historia.
“Me gusta el hecho de que no exista nada que entorpezca la vista hacia el océano. Ver su inmensidad y luminosidad me transmite alegría y serenidad”, dice la actual Directora Nacional de Formación Integral, Sandra Ermann, quien dice que encuentra en el mar una fuente de creatividad interminable para ejecutar sus dos pasiones: la música y la educación.
Comenta que desde pequeña le agradaba ser líder de los niños. Cuando cursaba la enseñanza media se dio cuenta que quería ser Educadora de Párvulos.
“De ellos aprendo sobre su espontaneidad, sensibilidad y su incondicionalidad y me doy cuenta de que a la edad que tengo aún quiero permanecer lo más parecida a ese ser humano más sensible, empático y noble que es un niño o niña. A medida que uno va creciendo va construyendo corazas por eso he insistido de una manera consciente en mantenerme lo más lúdica y alegre posible y trato de relacionarme con las personas de manera sincera y transparente”, afirma.
Cuando ingresó a su carrera no le gustó lo del “mechoneo” y al año siguiente se le ocurrió generar otra instancia de bienvenida a través de montajes teatrales, por lo que fundó el grupo de teatro “Columpio para ti”.
“Mientras trabajaba en un jardín infantil, sus dueños me escucharon cantándoles a los niños y me dijeron que me podían financiar una producción musical. En esa sesión en vivo, los músicos que participaron trabajaban en el Casino de Viña del Mar. Uno de los asistentes le gustó la presentación y me llevó a UCV Televisión a hacer una audición donde quedé contratada en el programa Pipiripao de Roberto Nicolini. Después hice un programa en solitario en el canal que se llamó Travesuras y canciones donde yo hacía el personaje de Canela y tenía una mascota que se llamaba Comino”, cuenta la educadora.
“Una década después, en el año 2000 hice el disco Tía Sandra 2000 con canciones para incentivar a los niños a los leer, jugar y ocupar las plazas. Posteriormente con la Seremi de Salud Regional preparamos una producción denominada Saludable para promover la alimentación sana y que los adultos no fumaran”.
Después del nacimiento de uno de sus hijos dejó la televisión y volvió al ámbito de la docencia.
Sin embargo, nunca abandonó la música. Decidió subir sus canciones a Youtube y luego a Spotify para que una nueva generación de niños y niñas pudieran escucharlos.
Fue en este período que tuvo contacto con la psicóloga María José Camiruaga quien escribió el libro “Clementina y el Coronavirus”. En conjunto crearon tres canciones “para que los niños y niñas pudieran entender lo que nos estaba ocurriendo como sociedad producto del Covid-19 y el encierro y la preocupación por la salud de las personas”.
Hoy, desde la dirección de Formación Integral USS está abocada a “abrir nuevos espacios para que las virtudes se puedan expresar” y con la cultura, las artes y la música como eje principal.