Proyecto tiene como objetivo recuperar metales de aguas de minas en forma de nanopartículas de sulfuros metálicos, material que permite fabricar emisores de luz más eficientes que los usados hoy, por ejemplo, en lectores de DVD y códigos de barras.
Se estima que uno de cada cuatro pesos que recibe el Estado lo aporta la minería y que unas 219 mil personas tienen su fuente laboral en ámbitos ligados al mercado cuprífero. Sin embargo, y a pesar de los beneficios que la industria minera ofrece, es también una actividad que tiene una enorme influencia sobre el medio ambiente, pues las labores propias de las faenas generan residuos que podrían causar contaminación en suelos, aguas, napas subterráneas y aire de las localidades aledañas a los yacimientos.
Las faenas mineras abandonadas, además, podrían representar preocupaciones ambientales, porque es posible que se generen soluciones conocidas como drenajes ácidos de minas, fenómeno que además se puede presentar naturalmente en cualquier yacimiento cuprífero del país, proceso que es acelerado a raíz de la propia actividad minera,.
Sin embargo, estas aguas que se lixivian desde estos sitios son fuentes de metales con valor agregado que podrían ser recuperadas. En esta área, los sistemas biológicos que utilizan bacterias acidófilas reductoras de sulfato (aSRB) representan una estrategia atractiva comparada con los sistemas convencionales de remediación, ya que estos últimos requieren disponer los residuos tratados en vertederos controlados, además de no permitir recuperar los metales de interés.
Precisamente en esa línea, el Dr. Iván Ñancucheo, de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Universidad San Sebastián, ha desarrollado durante los últimos años un sistema biotecnológico usando aSRB, demostrando que es posible recuperar selectivamente metales como cobre y zinc en biorreactores a escala de laboratorio.
El investigador dirige el proyecto Fondecyt de Iniciación “Selective formation of metallic nanoparticles from mine water uning low pH”, que utiliza un consorcio microbiano nativo de aSRB recientemente aislado desde un drenaje natural desde el norte de Chile, para recuperar metales de aguas de minas en forma de nanopartículas de sulfuros metálicos. “Estas nanopartículas representan un valor agregado para estos metales debido a sus diversas aplicaciones, ya sea para construcciones a nanoescala como también en la optoelectrónica, donde a partir de los puntos cuánticos de sulfuros de zinc se fabrican diodos láser, emisores de luz más eficientes que los usados hoy, por ejemplo, en lectores de DVD y códigos de barras. Además se abren muchas más posibilidades en células fotovoltaicas y en telecomunicaciones”, puntualiza.