La realidad del Servicio Nacional de Menores ha puesto en relevancia los desafíos del Sistema de Justicia Juvenil, por lo que la experiencia internacional en Canadá pone en el fondo del debate la transición desde una perspectiva correccional por una de readaptación, educación y reinserción social.
En la provincia de Quebec (Canadá) las tasas de reclusión en jóvenes son diez veces más bajas que en otras provincias del país. Este indicador obedece a una política aplicada en el tratamiento de jóvenes infractores, donde a través de un trabajo integral y multidisciplinario, se busca evitar que los jóvenes lleguen a la reclusión y puedan estar insertos en programas que fomenten la responsabilidad y la sensibilización sobre las faltas cometidas.
Sólo en caso de que las autoridades competentes lo consideren suficientemente grave, recién en esa instancia se decide si se envía la causa a un fiscal, acompañado de un proceso de seguimiento, métricas y registro. El objetivo es disminuir la permanencia de los menores dentro del sistema correccional, para acotar las probabilidades de reincidencia.
Clement Laporte, coordinador del Centro Especializado de Delincuencia Juvenil y Problemas del Comportamiento de Montreal, explicó estos y otros aspectos en su reciente venida a Chile, donde profundizó su experiencia en casi tres décadas de trabajo en esa provincia canadiense.
Profesor en criminología y psicoeducación, Laporte participó en una serie de encuentros donde se explayó sobre la situación de jóvenes y adolescentes que infringen la ley en el país norteamericano. “¿Qué es una prueba en las temáticas sociales? Yo no podría decir que hemos probado algo. Pero tenemos una serie de indicadores y medidas que marcan algún éxito. Hacerse cargo de los niños y adolescentes hacia una rehabilitación en vez de una vía sólo de castigo, para nosotros siempre será un éxito. En Quebec tenemos el menor índice de detenciones, cuando se refiere a jóvenes y ofensas a la ley. Por lo mismo, estamos muy orgullosos de cómo nuestro sistema ha puesto en primer lugar lo social, por sobre un enfoque judicial y correccional. No podemos hablar de pruebas concluyentes, pero estamos cercanos a lo que podríamos denominar como éxito, es una tendencia muy marcada y estamos convencidos que estamos en el camino correcto”.
El experto canadiense enfatizó que “uno de los aspectos clave es cómo se aborda la relación entre víctima y victimario, que eventualmente siempre se ha dejado en manos del Estado. Si añadimos a una tercera parte, a la sociedad, a la gente, a la población en general, puede aportar también en el proceso. Cuando uno aborda la Justicia Restaurativa, la comunidad se hace cargo también de sus adolescentes y jóvenes, un principio básico de este enfoque de la justicia. Como sociedad, nos hacemos parte del problema, y en consecuencia, como parte de la solución. Cuando no te haces parte del problema, tampoco existe una voluntad para buscar una solución, no hay un involucramiento. Esta relación, el hacerse cargo como sociedad del problema funciona, y funciona bien”.
La destinación de recursos también es un tópico de relevancia para Clement Laporte. “El otro aspecto fundamental de nuestro está directamente relacionado en que en la región de Quebec, tenemos un Ministerio de Salud y de Servicios Sociales, con un rango que nos permite trabajar bajo este ámbito. Se debe entender que no es una solución a un problema médico, no existe una pastilla para promover buena conducta, lo tomamos como un programa social integral. Este Ministerio de Salud y de Servicios Sociales es el más grande en Quebec, a pesar de que su parte de Servicios Sociales es bastante más pequeña.
Invitado al país por la Fundación Ciudad del Niño, el experto dictó una charla en el Departamento de Justicia Juvenil del Servicio Nacional de Menores (Sename). Clement Laporte también participó en un encuentro con el alumnado y académicos de la Universidad San Sebastián, en una charla organizada por la vicerrectoría de Vinculación con el Medio y Comunicaciones como parte de un convenio que se suscribirá con la Fundación Ciudad del Niño para una colaboración conjunta en proyectos y programas, que buscan aportar significativamente al desarrollo de la infancia y adolescencia, particularmente aquella en situación de vulnerabilidad.
Consultado por la situación de nuestro país y su infraestructura y políticas en torno a los servicios sociales, el profesor Laporte afirmó que “¿quién soy yo para decirle a Chile qué debe hacer con sus niños? Sólo puedo decir que, desde mi punto de vista, la rehabilitación es tan importante, mucho más importante, que el castigo. El sólo castigo crea otros problemas en los jóvenes infractores, quienes están en desarrollo y no tienen una madurez suficiente para entender realmente la responsabilidad que ellos tienen en la forma en que se comportan. Creo que es mucho más importante el poner a los adolescentes en el centro del sistema, incluyendo los ámbitos de seguridad y salud, dependiendo qué es lo que quieras hacer”.
El destacado criminólogo puntualizó que “Chile es un gran país, considero que se está en un momento de crisis en lo que tiene que ver con los Servicios Sociales, pero se desde mi experiencia que las crisis efectivamente son lugares para las oportunidades, por lo que creo que es una buena motivación para iniciar y realizar los cambios positivos y necesarios que el sistema necesita”.