Quitar a unos para darles a otros

Rector de la Universidad San Sebastián, Hugo Lavados, plantea que a mayor dependencia de los recursos estatales, mayor es la inestabilidad de los fondos transferidos a las instituciones, lo que evidentemente genera dificultades para cumplir con los planes de desarrollo institucional.

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El motivo de la demanda civil que la U. Católica de Chile interpuso en contra del Estado a raíz de la eliminación del Aporte Fiscal Indirecto (AFI) como mecanismo de financiamiento para las universidades ratifica lo que señalamos recientemente en la Comisión de Educación de la Cámara: resulta muy claro que a mayor dependencia de los recursos estatales, mayor es la inestabilidad de los fondos transferidos a las instituciones, lo que evidentemente genera dificultades para cumplir con los planes de desarrollo institucional.

hugo-lavadosEstamos en un período de restricción presupuestaria, y el monto total que el fisco destina a educación superior no tiene posibilidades de crecer, más allá del subsidio adicional para la gratuidad. Dado eso, el aumento para algunos necesariamente significa disminución para otros, como se ha graficado tantas veces con un trozo de una torta del mismo tamaño.

Sin entrar a discutir los argumentos, el hecho es que se decidió poner término a la transferencia llamada AFI; pero la redistribución no fue compensada a todas las instituciones; un importante número de universidades privadas no recibió los recursos por otras vías.

El financiamiento a la gratuidad ha significado disminuir o dejar igual el ingreso de las universidades, porque el mayor gasto fiscal es similar al menor gasto de las familias en los aranceles; ese efecto es muy loable, pero impacta negativamente a las instituciones.

El monto asignado por AFI en 2015 fue de $24 mil 300 millones, los que disminuyeron a la mitad en el Presupuesto 2016, llegando a $12 mil 600 millones. En el caso de la PUC, el total del AFI que obtuvo en 2015 por la admisión del año anterior fue de alrededor de $4 mil 800 millones. En 2016 recibió la mitad de esa cifra, y en 2017 no recibiría monto alguno. Suma y sigue en otras universidades privadas; sin ir más lejos, para la U. San Sebastián significa una disminución de $460 millones respecto de 2015.

El financiamiento a la gratuidad ha significado disminuir o dejar igual el ingreso de las universidades, porque el mayor gasto fiscal es similar al menor gasto de las familias en los aranceles; ese efecto es muy loable, pero impacta negativamente a las instituciones. Existe un efecto en mayor equidad, pero a costa de menor calidad.

Hugo Lavados Montes
Rector Universidad San Sebastián
Presidente Capítulo Universidades Privadas Acreditadas de CUP

Carta publicada en diario El Mercurio.

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