El Gobierno presentó los cambios que evidenciará el nuevo Eje Alameda-Providencia -que busca mejorar la conectividad y potenciar las áreas verdes en el centro de la capital- y el monumento del General Baquedano parece no estar considerado. La actual Plaza Italia dejará de ser una rotonda para dar paso a una explanada recta que favorezca el tránsito peatonal en la zona. Carlos Maillet, director de la Licenciatura en Arte y Conservación del Patrimonio de la U. San Sebastián, analiza el proyecto y su impacto.
La omisión del conjunto escultórico relacionado con el monumento de Baquedano nos parece grave. Ya sea en las vistas proyectuales o en los discursos, su figura no está y, en cierta medida, eso es omitir la historia y el patrimonio decantado en la memoria colectiva. Ningún monumento es prescindible y, hasta el momento, esa es la señal que se está entregando. (…) El tema debería ser resuelto de forma más convocante y con mayor diálogo.
Prácticamente todos los monumentos históricos (esculturas, fuentes, mobiliarios) que están relacionados con el sector, al parecer, se ven a la deriva. Es imprescindible no dejarlos de lado. Restaurarlos y conservarlos, crear valor. No se debe prescindir de ellos como si ya no tuvieran solución. Los monumentos deben “conversar” con la ciudadanía por medio de la educación cívica, por medio del conocimiento.
Sí, es un buen proyecto y estamos muy de acuerdo con él. Se hizo por medio de concurso de Arquitectura, lo que lo valida técnicamente. Sin embargo, haciendo doble click a la Plaza Baquedano, no estaría resolviendo temáticas antropológicas, filosóficas y culturales que sí le importan a la ciudadanía y que son relevantes para el espacio público. Debemos apelar a una convivencia educada, pacífica y constructiva, donde el diálogo nunca desaparezca.