La silenciosa epidemia que pone en peligro a la población

Los índices de obesidad y sobrepeso en Chile son alarmantes, una verdadera epidemia. Programas Territoriales Hito de Vinculación con el Medio, hacen especial énfasis en iniciativas que fomentan la actividad física, la vida saludable y la innovación alimentaria para contribuir a mejorar la calidad de vida desde los primeros años.

Los primeros días de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la emergencia por la pandemia. La del Covid-19, porque en Chile hay una pandemia que está presente hace muchos años, incluso antes de la aparición del coronavirus.

Se trata de la obesidad y el sobrepeso, materia en que los indicadores nacionales son alarmantes. La OMS define el sobrepeso como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos.

El Mapa Nutricional de 2022 evidenció que el 26.8% de la población tiene sobrepeso y el 26.2%, obesidad. Cifras nada felices que, para el caso de los niños, son aún más preocupantes, dado que este estudio –elaborado con información recogida entre los meses de agosto y diciembre de 2022– refleja que más del 53% está con sobrepeso u obesidad.

Bautista Espinoza, académico de Vinculación con el Medio de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, explica que “si quisiéramos buscar las causas de este nivel de mal nutrición por exceso, no podríamos solo mencionar una, pero es cierto que los alimentos ultraprocesados, principalmente aquellos ricos en grasas, azúcares y sal, altamente palatables, en conjunto con la inactividad física, favorecida por la tecnificación, son los principales agentes ambientales responsables de la alta prevalencia de obesidad a nivel mundial”.

No obstante, señala que es clave “reconocer la malnutrición por exceso como un problema multisistémico, y no de la persona en particular. Es una situación de la sociedad, y para abordarla se deben reconocer todos los factores involucrados, y no solo biopsicosociales”.

Prevenir a temprana edad

En ese contexto, la Universidad San Sebastián lleva varios años trabajando sobre esta problemática, en particular a través de dos de sus Programas Territoriales Hito (PTH), que buscan contribuir en la prevención de la malnutrición; fomentar la actividad física y la vida saludable; y el desarrollo de innovación alimentaria que permita incluir ingredientes o alimentos funcionales que tengan evidencia de su efecto sobre la salud y el combate a la obesidad.

En efecto, el PTH Más Niñez y Adolescencia Saludable, ejecutado en la sede Santiago, tiene como sus principales ejes de trabajo, la promoción del autocuidado y bienestar en niños, niñas y adolescentes, su núcleo familiar y comunidad, por medio de proyectos y herramientas en alimentación, autocuidado y actividad física, reconociendo sus inquietudes y necesidades en el territorio. La segunda línea de acción busca promover el acceso inclusivo a instancias de articulación entre todos los representantes del territorio y sectores de los diferentes contextos, generando acciones que permitan la incorporación de estilos de vida saludable.

Su líder, la académica VcM de la Facultad de Ciencias para el Cuidado de la Salud, Cinthia Quezada, cuenta que “se ejecutan diversos Proyectos Colaborativos que tributan al PTH. Por ejemplo, Incluyendo la Nutrición, promueve la alimentación saludable, autocuidado y actividad física en menores con síndrome de Down, en las comunas de Providencia, Las Condes y Lo Barnechea, mientras que ¡Qué rico es aprender sano! realiza acciones similares en el Liceo Gabriela Mistral de Independencia, mediante talleres educativos”.

“La Intervención multidisciplinar en Escuela Especial Hermanas Agazzi, busca mejorar habilidades comunicativas para la inserción laboral en estudiantes, profesores y apoderados de la Escuela ubicada en Conchalí, a través de talleres educativos nutricionales y fonoaudiológicos, en tanto que la Estrategia Interdisciplinaria para el fomento del autocuidado en Escuelas de la RM, tiene como objetivo fortalecer los conocimientos en alimentación saludable, autocuidado y práctica de actividad física, a través de la implementación de una estrategia de educación alimentario nutricional y autocuidado en estudiantes de las escuelas San José Obrero de Peñalolén y Christ School, en Maipú”, detalla Quezada.

En todo este quehacer, el rol de los estudiantes es fundamental. De este modo, este año han participado más de 2300 jóvenes de 17 carreras, tanto en modalidades diurnas como Advance, junto a 66 profesores de las Facultades de Ciencias para el Cuidado de la Salud, Odontología y Ciencias de la Rehabilitación, Medicina y Ciencia, Educación y Psicología y Humanidades.

Y si bien este trabajo contribuye con algunas acciones concretas, para María Consuelo Díaz, académica VcM de Nutrición y Dietética, “se requiere de una política de Estado de largo plazo que trascienda y con recursos suficientes. Se debe invertir en programas de promoción de estilos de vida saludables y de prevención de la obesidad si queremos una población sana. La educación en temas de alimentación, desde las edades más tempranas, pasa a ser determinante para el futuro de la salud pública en Chile y en el mundo”.

Innovación

En tanto, el PTH Más Nutrición Más Vida, desplegado en la sede Concepción, liderado por Bautista Espinoza, busca promover –a través de un trabajo multidisciplinario–hábitos de vida saludables mediante la promoción de la salud, la innovación alimentaria y el fomento del consumo de alimentos funcionales que contribuyen a mejorar la calidad de vida y disminuir las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) de los habitantes de la región del Biobío, considerando el actual perfil epidemiológico.

El equipo está conformado por académicos VcM de las Facultades de Ciencias para el Cuidado de la Salud, Odontología y Ciencias de la Rehabilitación, Medicina y Ciencia y Psicología y Humanidades. Además, el despliegue de sus proyectos contempla actualmente a poco más de 5 mil estudiantes y 132 académicos de 27 carreras en modalidades diurna y Advance.

En este marco, se encuentran en desarrollo varios Proyectos Colaborativos que buscan abordar distintas variables asociadas a la mal nutrición, contemplando la labor de la USS en conjunto con organizaciones públicas y privadas, entre las que se pueden mencionar el proyecto Misión ChileUSS. Impacto en salud bucal y nutrición infantil Camanchaca, que apunta a mejorar el conocimiento de preescolares y escolares en cuanto a la alimentación balanceada y aportes nutricionales; Trabajando por mi salud, cuyo objetivo es promover estilos de vida saludable en trabajadores de la Empresa Ferrocarriles del Estado y La innovación al servicio de la Pymes de alimentos, que promueve el diseño de alimentos innovadores y saludables en pymes de alimentos del Centro de Negocios de Sercotec Concepción.

Uno de los proyectos emblemáticos del PTH es el asociado al Banco de Alimentos Biobío Solidario, con el cual se pretende generar nuevos métodos para la reducción de la pérdida de alimentos, con lo que se mejoraría los niveles de inseguridad alimentaria en la población más vulnerable.

Todas estas iniciativas contribuyen a mejorar los patrones alimentarios de las personas a través de la educación, promoción de la salud y desarrollo de productos más saludables, medidas que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de todo grupo familiar, en consideración de que el exceso de peso aumenta la prevalencia de resistencia a la insulina y tiene incidencia de enfermedades metabólicas, como la diabetes mellitus tipo 1 y 2, hipertensión y enfermedad cardiovascular; así como también en términos económicos, tiene un alto impacto, dado que el costo promedio para el país atribuible al sobrepeso y la obesidad asciende a $455 mil millones anuales, aumentando el gasto total en salud de un 2,4% el 2016, a un 3,9% proyectado a 2030.

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