Dentro de las novedades que comprende la norma es la inclusión de las personas en situación de discapacidad, tanto en lo que respecta al deporte de alto rendimiento como en la actividad física formativa.
Los primeros días de noviembre será presentada la nueva política nacional del deporte. Dentro de las novedades que comprende la norma es la inclusión de las personas en situación de discapacidad, tanto en lo que respecta al deporte de alto rendimiento como en la actividad física formativa. Así lo anunció Patricio Delgado, analista de la División Política y Gestión Deportiva del Ministerio del Deporte, en el marco del coloquio “Juegos Paralímpicos: Cómo superar los límites”, organizado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián y las carreras de Educación Física y Kinesiología.
“Lo que se hace es una proyección hacia el 2025; una política de Estado, con la participación de varios ministerios, para poder generar una sinergia en lo que es actividad física y el deporte en la población chilena. Lo medular es darle énfasis a algunos enfoques de género, donde tenemos deuda tanto para el deporte convencional como para el deporte paralímpico. También la intersectorialidad, es decir, aumentar la relación con los otros ministerios con respecto al deporte. Y la asociatividad, que es la relación de las bases, los clubes, para poder contactarse con las municipalidades como ente de mayor acercamiento a la comunidad”, agregó el experto del Ministerio del Deporte.
En lo que respecta al deporte paralímpico, Delgado indicó que “vamos a hacer un trabajo a mediano plazo para poder generar nuestros recursos y en nuestras escuelas deportivas, escuelas de iniciación y de especialización en deporte paralímpico”.
En el coloquio participaron como panelistas Alan Martínez, neurokinesiólogo e instructor en deportes para personas con discapacidad; Cristián Dettoni, seleccionado nacional en tenis de mesa; Gianna Cunazza, gerente general del Comité Paralímpico de Chile; Fernando Muñoz, kinesiólogo y profesor de Educación Física del Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda y de la U. San Sebastián; y Sebastián Villavicencio, seleccionado nacional de básquetbol en silla de ruedas, quienes sostuvieron que las limitaciones del deporte paralímpico en nuestro país son principalmente: los problemas de financiamiento, accesibilidad e inclusión.
Cabe mencionar que la participación de Chile en los últimos Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 fue la séptima oficialmente organizada por el Comité Paralímpico, con una delegación compuesta por 15 deportistas que compitieron en 6 de los 22 deportes reconocidos por el Comité para esta ocasión, y que llegaron hasta esta instancia con una gran dosis de esfuerzo personal y poco respaldo en materia de recursos.
Al respecto, el basquetbolista Sebastián Villavicencio, indicó que “si bien hay un progreso desde el 2012 con la creación del Comité Paralímpico de Chile, falta apoyo de política públicas y en el caso de los deportes colectivos, más recursos económicos por los altos costos”.
“Es que al igual que con los deportistas convencionales no hay promoción de nuevos talentos y la entrega de recursos está supeditada a la obtención de resultado internacionales”, agregó Cristián Dettoni.
La gerente general del Comité Paralímpico de Chile, Gianna Cunazza, expuso que su entidad en sus tres años de existencia está conformada como una confederación deportiva, y uno de sus objetivos es que en la ley chilena se mencione al deporte paralímpico. “Aun somos una institución débil, y aunque el foco de este organismo debería ser técnico, lamentablemente hemos tenido que trabajar más el área administrativa y con un presupuesto insuficiente”, recalcó.
Por su parte Alan Muñoz y Fernando Martínez, que trabajan directamente en planes de rehabilitación y promoción de prácticas deportivas de niños, jóvenes y personas en situación de discapacidad, coincidieron en los problemas de accesibilidad y la falta tanto de espacio como instancias para el desarrollo del deporte. En este punto se abordó la participación de los futuros profesores de Educación Física, así como la necesidad de la existencia de una cátedra formal de deporte adaptado que los acerque e informe de las necesidades y alcances esta realidad.
“Es difícil porque no existen recursos destinados a la actividad física y el deporte para personas con discapacidad. Y tenemos que recurrir a estrategias para poder adquirir fondos, con universidades a través de proyectos de vinculación con el medio. Pero todo eso son proyectos de corto plazo. Estrategias difíciles de mantener en el tiempo”, sostuvo Alan Martínez.