Académica de Vinculación con el Medio, Fabiola Fuentealba, afirma que lo importante es preferir variedades saludables de pan, que incluyan nutrientes protectores para la salud.
El pan es uno de los alimentos más antiguos que se conocen. Es un derivado de los cereales y tiene amplio consumo en nuestro país. Los cereales forman parte de la historia de la humanidad y han permitido la perpetuidad de la especie. Por tanto, no hay razón para restringir su consumo, pero se recomienda el concepto de proporcionalidad.
Cada país tiene su propia manera y estilo de elaboración, sin embargo, sus ingredientes son simples: harina, levadura o masa madre, agua y sal.
Hoy en día existen nuevas tendencias para el consumo de pan, como el uso de masa madre en reemplazo de la levadura tradicional. Esta se obtiene a través de la fermentación espontánea de la mezcla entre harina y agua, gracias a los microorganismos presentes en la harina y que se utiliza como reemplazo de la levadura.
Algunos de los beneficios del consumo de pan con masa madre corresponden a:
No es una indicación dejar de consumir pan. Lo importante es preferir variedades saludables, que incluyan nutrientes protectores para la salud y vigilar las porciones sugeridas, según el estado nutricional.
Es necesario prestar atención a los agregados que se incorporan al pan y al resto de los alimentos consumidos durante el día, con alta densidad energética y ultraprocesados, tales como galletas, bebidas azucaradas o embutidos. En definitiva, se trata de “volver a lo natural”.
Fabiola Fuentealba Arévalo
Académica de Vinculación con el Medio, Escuela de Nutrición y Dietética
Programa Territorial Hito Más Salud Más Vida
Universidad San Sebastián