El Coro de Niños Cantores, corresponde a un proyecto de la Universidad San Sebastián, financiado por el Gobierno Regional (a través de la Subvención Cultural FNDR 2017), que contempla otras presentaciones e itinerancias en la región del Biobío.
El “Coro de Niños Cantores de Concepción, Que Resuenen las Voces” mostró sus primeros frutos en su presentación debut, realizada en el Auditorio Marta Montory del Campus Las Tres Pascualas de la Universidad San Sebastián, sede Concepción. La creación del colectivo artístico es esfuerzo de la institución académica con financiamiento del Gobierno Regional, a través de la Subvención Cultural FNDR 2017.
En la presentación inaugural, con entrada liberada, poco menos de los 60 integrantes estables del elenco interpretaron canciones infantiles, cánones y folclor chileno. Se trata de estudiantes de tercero básico a primero medio de los colegios Santa Eufrasia; Técnico Profesional Los Acacios; Biobío; Camilo Henríquez; Juan Gregorio Las Heras; Creación y Santa Catalina de Siena. El repertorio incluyó cánones y canciones populares, brasileñas, infantiles y folclóricas chilenas, de Donato Román Heitmann, Violeta Parra y Pablo Ara Lucena, entre otros autores.
El Coro de Niños Cantores de Concepción se conformó con financiamiento de la Subvención Cultural FNDR 2014. En esta segunda subvención, se sumaron más estudiantes y nuevos colegios.
Los niños son dirigidos por Verónica Cofré Villarroel, profesora de música de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de Santiago, que cuenta con formación especializada en dirección coral en la Universidad Católica de Chile, entre otros. Comenzaron a trabajar en abril de este año, y sus ensayos son semanales.
“El proyecto del Coro de Niños Cantores, además de la música, tiene como objetivo llegar a la comunidad en un amplio espectro, con conciertos con repertorio nacional e internacional de todos los tiempos”, contó Pilar Calderón Mena, jefa de Extensión Cultural de la USS Concepción. “Por ello considera realizar al menos cuatro presentaciones, cada una en una provincia distinta de la región del Biobío”, agregó.
“Desde el inicio de los ensayos he podido observar los cambios disciplinarios en cada uno de los participantes, puesto que es una actividad en que la concentración y el respeto entre los pares es fundamental para el proceso de aprendizaje. Los niños y niñas han logrado demostrar gran interés por adquirir los conocimientos técnicos de la educación de la voz, a través de ejercicios de relajación y respiración, y la aplicación de estos al cantar un variado repertorio infantil, folclórico y popular. “Emociona el compañerismo logrado entre ellos, que hace tres meses no se conocían y que ahora están unidos por un gusto común, el gusto por cantar, el gusto por la música”, puntualizó la directora de la agrupación coral.
ES EL FRUTO DE HACER LAS COSAS BIEN.