Ministerio de Ciencia: expertos preocupados por definición de seremis, rol de las universidades y politización

Existe consenso en que es necesario avanzar en una nueva institucionalidad para la Ciencia en Chile, pero existen fuertes diferencias respecto al modelo que se debe implementar. Mientras se debate en el Congreso el proyecto de ley que crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología, surgen inquietudes respecto a cómo evitar la politización y la burocracia, cómo resolver la representatividad de las regiones y fortalecer el papel de las universidades en la investigación.

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En el marco del Coloquio ¿Chile necesita un Ministerio de Ciencia?, organizado por la Facultad de Ciencia y el Instituto IPSUSS de la Universidad San Sebastián, Jorge Babul, presidente del Consejo de Sociedades Científicas señaló que no está convencido que esta nueva estructura sea la respuesta que se necesita. “El ministerio por sí sólo no va aseguramos en el largo aliento el desarrollo de la actividad científica. Tampoco el comité interministerial porque estará en manos del gobierno de turno que resuelve el presupuesto. Por eso la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología tiene que estar por encima del ministerio”.

En tanto, Martín Montecino presidente del Consejo Superior de Ciencia del Fondecyt, discrepa. El directivo piensa que se necesita un Ministerio de Ciencia dado que la actual estructura no se sustenta. Se requiere de una nueva institución, con autonomía, con autoridad y rango adecuado para adoptar las políticas necesarias para el fomento de la investigación científica. “Esta batalla la tenemos que ganar, porque ya está superado discutir sobre si necesitamos o no un Ministerio de Ciencia. No tenemos otra opción que avanzar y construir algo que realmente le sirva al país”, dice.

Alexis Kalergis, director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia y académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la U. Católica, sostiene que “tener un ministerio con un posicionamiento que no tiene hoy en día la actual institucionalidad, es una muy buena señal. No podemos estar cuatro años más discutiendo, ya llevamos dos proyectos y no es lógico ir por un tercero”.

No obstante, respecto al proyecto de ley que actualmente se discute en el Congreso, los expertos advierten algunos problemas, uno de ellos es que se dejó fuera a las universidades.  Al respecto, Kalergis, señala que “una manera de hacerlo es presionando a los legisladores para posicionar a las universidades en el Ministerio de Ciencia a través de las indicaciones al proyecto. Esto, porque las universidades y el Cruch no estaban incluidas en los consejos y comités en el proyecto actual, lo que constituye un error institucional, porque en ellas se realiza el 95% de la investigación en el país”.

Agrega que alguna vez se “planteó la idea de sacar a la educación superior del Mineduc, pero no tenía futuro esa propuesta, porque lógicamente un Ministro de Educación no va a querer que le saquen a las Universidades de su presupuesto y se va a oponer a la creación del Ministerio de Ciencia”.

Por su parte, Leslie Yates, decano de la Facultad de Ciencia de la U. San Sebastian, sostiene que “la ciencia hoy día sea hace en más del 90% en las universidades a través de iniciativas institucionales y de los propios académicos. Uno de los problemas es que los fondos concursables no son muy significativos. Lo otro es que no ha sido preocupación del Estado y del Ministerio de Educación, la calidad en la formación de los profesionales que son quienes van a resolver los problemas de Chile en el futuro”.

Además, reafirma la necesidad de planificar en materia de investigación para incorporar a más universidades y abordar temas en materia de energía, minería, agricultura y nutrición, para darle un valor agregado a la industria y también a la sociedad.

 

Jorge Babul coincide en que no existe la costumbre en el país de funcionar con un plan a largo plazo.  A su juicio, lo que hay que decidir es  “cuántas y qué universidades  van a hacer investigación y cuáles se van a dedicar a la enseñanza técnica o hacer docencia solamente. Eso no está en el proyecto discusión y atenta contra la continuidad de las políticas en materia científica”.

Otro de los puntos donde no hay consenso en el proyecto presentado, es en la creación de cuatro macrozonas para definir a los Seremis de Ciencia. Alexis Kalergis cree la definición que se ha hecho “es un error grave, porque se corre el riesgo de dejar sin representatividad y menos recursos a regiones importantes para la ciencia en el país”.

Una visión distinta tiene Martín Montecino, quien sostiene que si se implementan seremis en todas las regiones se puede afectar no sólo el presupuesto sino también la coordinación de las políticas. “Sin duda que se va a generar polémica y un intenso debate cuando se analice esta estructura en el Congreso, porque cada parlamentario va a querer que su región esté representada y nadie desea quedar bajo la sombra de la Región Metropolitana, por un tema de recursos y visibilidad. Sin embargo, el riesgo que es que terminemos con 15 o 16 seremis”.

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