El ejercicio del liderazgo involucra una enorme responsabilidad que obliga a buscar permanentemente apoyo en herramientas que mejoren la gestión.
Como Escuela de Liderazgo en alianza con la Secretaría General de Gobierno de la Región de Los Ríos, nos comprometimos con la participación y co-construcción de políticas públicas que se hagan cargo de las necesidades de nuestra comunidad; diseñamos y ejecutamos de manera inédita las primeras Escuelas de Formación para Dirigentes Sociales.
Las comunas en que se intervino fueron La Unión, Futrono, Valdivia y San José de la Mariquina, superando con creces las expectativas de convocatoria y participación, capacitando finalmente a cerca de 500 dirigentes sociales, provenientes de sectores urbanos y rurales, representantes de clubes deportivos, juntas de vecinos, proyectos de agua potable rural, organizaciones juveniles, agrupaciones de adulto mayor, entre otras.
El balance del trabajo realizado en las Escuelas de Formación con nuestros dirigentes sociales de la Región es positivo, demuestra un alto compromiso con la formación y el aporte a sus comunidades.
En cuanto a los temas, se abordó desde conceptos básicos a pruebas más completas de gestión y trabajo en equipo, destacando sobre todo la habilidad demostrada para sacar adelante desafíos con pocos recursos, en tiempo acotado y poniendo a prueba la capacidad de ser facilitadores, capaces de ponerse a disposición del cumplimiento de la tarea común.
Sin duda, el balance del trabajo realizado en las Escuelas de Formación con nuestros dirigentes sociales de la Región es positivo, demuestra un alto compromiso con la formación y el aporte a sus comunidades, destacando de sobre manera su ejercicio de un liderazgo muchas veces anónimo, que se aleja de la magnitud del liderazgo de masas, igualmente valioso y necesario, ya que como bien saben nuestros dirigentes, el líder se construye día a día, en base a la motivación y puesta en práctica de habilidades.
El ejercicio del liderazgo, especialmente, frente a casos de representación como el desarrollado por dirigentes sociales, involucra una enorme responsabilidad que obliga a buscar permanentemente apoyo en herramientas que mejoren la gestión, mantener un constante proceso de aprendizaje de técnicas y por supuesto fortalecer la generación de redes, claves en la articulación de un trabajo en equipo exitoso.
Asimismo, el servicio y motivación son esenciales en el ejercicio del liderazgo ético, cualidades que representan -desinteresadamente- nuestros dirigentes sociales.
Mónica Jara Pérez
Directora de la Escuela de Liderazgo
Universidad San Sebastián, sede Valdivia
Vea la columna en Diario El Austral de Valdivia