La legítima diversidad de nuestro sistema universitario
Vicerrector de la sede Concepción de la Universidad San Sebastián, Sergio Castro, resalta la importancia de que la Institución se incorpore al Sistema Único de Admisión, SUA.
Desde que comenzó el debate por la reforma a la educación superior, hace ya algunos años, hemos sostenido que dividir a las universidades entre aquellas que pertenecen al Consejo de Rectores y las que están fuera de este organismo, es una clasificación irrelevante. Hemos planteado que es un error asegurar que unas representan la educación de calidad y las otras ofrecen programas de cuestionable nivel.
Tampoco las instituciones que pertenecen al CRUCH son las únicas que pueden demostrar vinculación con el medio, un real impacto positivo en su entorno y compromiso con el desarrollo del país. Algunas universidades no adscritas al Consejo, junto con fortalecer su formación de pregrado, han desarrollado todas esas áreas y han comenzado progresivamente a implementar proyectos de investigación e impartir programas de postgrados.
Algunas instituciones han continuado enfocadas en su quehacer, cual es brindar una formación de excelencia a los estudiantes y contribuir al desarrollo de las zonas donde están emplazadas, con especial preocupación por el cumplimiento de las exigencias que hoy nos impone el sistema.
Afortunadamente el sistema de educación superior chileno es bastante más complejo que esa dicotomía con que se ha tendido a caricaturizar a las instituciones privadas creadas en las últimas décadas. Si bien éstas no tienen la trayectoria histórica de las principales casas de estudios superiores del país, algunas han optado por recorrer una senda que les ha permitido alcanzar altos grados de excelencia. Es un camino complejo, no exento de dificultades, en especial en un ambiente de escasez de recursos y de tantos cuestionamientos que muchas veces están fundados en el desconocimiento y el sesgo ideológico.
En este contexto, algunas instituciones han continuado enfocadas en su quehacer, cual es brindar una formación de excelencia a los estudiantes y contribuir al desarrollo de las zonas donde están emplazadas, con especial preocupación por el cumplimiento de las exigencias que hoy nos impone el sistema. Ese ha sido nuestro caso, lo que tuvo recientemente un justo reconocimiento con la aceptación de la USS en el Sistema Único de Admisión, SUA.
Recordemos que este sistema incluye a todas las universidades del CRUCH y, desde el año 2012, a algunas instituciones no pertenecientes al consejo, que deben cumplir ciertos requisitos como, por ejemplo, un mínimo de cuatro años de acreditación.
Esa igualdad de condiciones que tendremos en el proceso de selección de nuestros estudiantes es la que pedimos considerar en todos los ámbitos de la discusión de la reforma.
¿Por qué es relevante para nuestra universidad integrar este sistema? No cabe duda de que los mayores beneficiados serán aquellos jóvenes que tengan entre sus opciones de estudios nuestro proyecto educativo. Tendrán la posibilidad de elegirnos en un proceso simultáneo con las restantes 37 universidades que integran el sistema. Esa igualdad de condiciones que tendremos en el proceso de selección de nuestros estudiantes es la que pedimos considerar en todos los ámbitos de la discusión de la reforma.
Si una institución cumple los estándares de calidad, medidos tanto por la acreditación institucional como por la acreditación de carreras; si cumple la normativa vigente y además genera impacto positivo en su medio, debe recibir de parte de la autoridad el mismo trato que otras universidades con mayor trayectoria. Los jóvenes no han hecho diferencias al optar por carreras de unas u otras considerando distintos factores, independientemente de la pertenencia a un organismo determinado o del estatus jurídico de la institución. Esa es la realidad que hoy deben asumir todos aquellos que participan en la toma de decisiones en materia educacional.
Sergio Castro Alfaro
Vicerrector sede Concepción
Universidad San Sebastián
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