A sus 22 años se convirtió en campeona nacional de Tiro con Arco Indoor, mientras cursa Medicina en el campus Los Leones de la USS. “La paciencia y la concentración han sido clave”, dice la joven, quien ahora busca un cupo para los Panamericanos 2023 en la categoría outdoor 70 metros.
Siempre fue amante de los deportes, pero nunca pensó que el Tiro con Arco le valdría reconocimiento nacional. Sucedió hace poco más de dos semanas, cuando con solo 22 años, Javiera del Río se coronó Campeona chilena de la disciplina en la categoría Indoor. Pero este logro lejos de detenerla, la vuelve a desafiar. Ahora se prepara para el campeonato al aire libre de 70 metros, que le podría valer un cupo para los Panamericanos 2023.
De chica practicó natación y patinaje artístico, hasta que un día, dice, “acompañé a mi papá y a mi hermano a las prácticas de Tiro con Arco. Comencé de a poco su práctica, y me di cuenta de que podía lograr buenos resultados”. Y así fue.
Se trata de un camino que emprendió hace cinco años, siempre de la mano de su papá, que es su actual entrenador: “No es fácil, me exige harto, pero a la vez hay un lazo muy bonito. Los triunfos son compartidos”, apunta la joven.
Junto con ellos también está el resto de su familia, que además de apoyarla, festeja siempre los logros alcanzados. “Mi mamá me acompaña a los campeonatos, mis hermanos también. Es algo que nos ha unido mucho”, dice.
Sobre su triunfo, Javiera es cauta: “Ha sido un premio al esfuerzo… y a la paciencia”, reconoce la joven, que debe compatibilizar los entrenamientos con los estudios de tercer año de Medicina en la U. San Sebastián. “La organización, la constancia y la perseverancia han sido clave”, reflexiona.
¿Cómo compatibilizar Medicina y Tiro al Arco? “Uff, con harta paciencia”, reitera. “Ambas requieren mucho tiempo y concentración, y la Universidad me ha ayudado a ordenar mi horario para dedicar tiempo al Tiro con Arco. He podido organizarme, estudiando en las mañanas y dejando espacio para entrenar en las tardes.
-¿Cuánto entrenas?
Cuando tenemos solemnes, solo dos o tres veces a la semana. De lo contrario, cuatro o cinco veces. Ha sido fundamental además mi sicólogo deportivo, que me ayuda con la preparación mental a la hora de disparar. Este es un deporte que no sólo necesita preparación física, sino que una gran capacidad de concentración y control.
-¿Hay algún punto en común entre estudiar una carrera como Medicina y practicar Tiro con Arco?
Que son áreas en las que los frutos se ven con los años, con el tiempo, en las que cada pequeño paso te va acercando más a tu propósito. La paciencia y poder sobrellevar las frustraciones son muy importantes.
-¿A futuro te ves mezclando ambas pasiones?
Desde niña sentí interés por la salud, la Medicina, sobre todo en niños. Creo que me veo especializándome en algún área como pediatría oncológica. Y el deporte lo seguiré practicando, aunque quizás en menor medida. Desde pequeña mis padres me inculcaron que la actividad física es esencial en el día a día, por lo que no quiero abandonarla.
-¿Y no te gustaría trabajar en “medicina deportiva”?
La Medicina y el deporte me encantan, pero me gustaría desarrollarlos por separado. Como dicen por ahí “juntos, pero no revueltos”.