Académica de Nutrición y Dietética de la USS, Cinthia Quezada, entrega algunos consejos saludables, llama a no olvidar el consumo de verduras y evitar las grasas saturadas para prevenir los cólicos.
Dentro de pocos días se van a conmemorar las Fiestas Patrias, instancia que permite el esparcimiento y la recreación en familia. En este contexto, la alimentación cobra especial relevancia, pues los platos típicos de nuestro país se transforman en protagonistas de la dieta.
Es muy importante que cuidemos nuestra alimentación, particularmente en el caso de los escolares. Debemos poner énfasis en alternar la alimentación según los grupos de alimentos. Para los cereales, la porción corresponde a un plato chico y dentro de este grupo de alimentos se encuentran el choclo y las papas. Es necesario recordar que estas no son ensaladas, por lo tanto, no deben consumirse como tales. En el caso de pastas o arroz, de preferencia seleccionar los integrales por su aporte de fibra.
Con relación a las verduras, los escolares deben consumir dos platos al día. Entre estos alimentos se encuentran apio, tomate, lechuga o pepino, entre otros. Cabe recordar, además, que, en el plato de almuerzo, la mitad debería ser verduras de este grupo, variando los colores. El consumo diario de pan en escolares debiese ser no mayor a 4 dientes de marraqueta, distribuido entre desayuno y en la once.
Dentro de los alimentos de origen animal es preferible el pollo, el pescado o el pavo, en vez de las carnes rojas y los embutidos. En cuanto a los postres, optar por frutas de estación, como naranja, mandarina o manzanas, pero si se consume otro tipo de productos, como mote con huesillos, alfajores o chilenitos, seleccionar solo uno de estos al día, para evitar un consumo excesivo de azúcares.
Para hidratarse, lo ideal es consumir agua o líquidos sin azúcar agregada, por ejemplo, agua saborizada con trozos de fruta o verdura. Para evitar malestares o cólicos, se deben evitar las comidas elevadas en grasas saturadas e irritantes antes de dormir, como la mantequilla, el queso, embutidos, frituras, comidas muy condimentadas, bebidas o alimentos de repostería.
Finalmente, esta fecha es una instancia para realizar juegos típicos en familia, fomentando la actividad física al aire libre, de intensidad moderada o vigorosa durante un mínimo de 60 minutos diarios, pudiendo repartirse en dos o más sesiones, ya que esta aporta beneficios para la salud que van más allá del estado nutricional, como lo es el rendimiento escolar, socialización entre pares y prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.
Cinthia Quezada Ramírez
Académica de Vinculación con el Medio
Escuela de Nutrición y Dietética
Universidad San Sebastián