Más que compañeros de clase: Estudiantes cuentan su experiencia en la Escuela de Ayudantes

El estudio se vuelve más fácil con la ayuda de alguien que ha pasado por la misma vivencia y sabe cómo abordarlo. Por ello, la Dirección General de Desarrollo Estudiantil impulsa la Escuela de Ayudantes. Tres estudiantes -de Ingeniería Comercial, Kinesiología y Odontología- comparten su experiencia como tutores de cátedra.

Llueve sobre la sede Valdivia y en la sala E-201 se realiza la ayudantía de Microeconomía II. Ignacio Robles, estudiante de quinto año de la carrera de Ingeniería Comercial, mención Finanzas, es el encargado de dirigir la clase, donde 15 jóvenes de tercer año, resuelven una guía de ejercicios.

Su motivación para ser ayudante es la posibilidad temprana de incorporarse a la docencia. Ignacio recuerda que en enseñanza media lideraba grupos de estudio junto a sus compañeros de curso. Hoy es uno de los voluntarios que integran la Escuela de Ayudantes de la Dirección General de Desarrollo Estudiantil. “Me ha permitido desarrollar en profundidad mi vocación por enseñar. Ahora, lo veo como una opción a futuro y me perfecciono con guías, los cursos de inducción y el vínculo que mantengo con los docentes de esos ramos”.

Para Felipe Ward, director de esta unidad, “la formación de ayudantes implica tener una visión integral del acompañamiento académico, es decir, considerar cómo preparamos ayudantes que permitan que el estudiante progrese en sus asignaturas en condiciones de bienestar. El desarrollo estudiantil y la progresión académica deben estar interconectadas para promover la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes en procesos formativos que ocurren en bienestar y, por lo tanto, permiten a los estudiantes alcanzar su máximo potencial”.

Esta motivación se ha visto reflejada en el interés que genera en la comunidad: Este año se registraron 2.859 postulaciones y el 83% de las cátedras fueron cubiertas, un registro histórico en la Escuela de Ayudantes.

Creatividad y generosidad

Para Fernanda Muñoz, estudiante de cuarto año de la carrera de Kinesiología sede Concepción, una de las principales características que debe tener un ayudante es “que sean empáticos y comprensivos con el aprendizaje de cada persona”. Agrega que la generosidad y la creatividad a la hora de enseñar son herramientas importantes, ya que no todos los estudiantes tienen el mismo ritmo ni método de estudio, por lo que hay que buscar nuevas formas de enseñar y adecuarse a sus tiempos.

“Mi experiencia ha sido súper buena. Me ha gustado mucho ser ayudante porque lo paso bien con mis compañeros que van en primero de mi carrera. Va más allá de la buena onda, siento que algo estoy haciendo bien, veo que puedo ayudar y que de verdad les sirve repasar de otra forma”, comenta Fernanda, ayudante de Anatomía.

No siempre es fácil

Los estudiantes se enfrentan a distintos retos durante su proceso de aprendizaje. Por ejemplo, la falta de confianza en sí mismos es uno de los desafíos a superar y es un área que se trabaja junto a los ayudantes, ya que muchas veces conocen el contenido de las asignaturas, pero hay que fortalecer sus habilidades y aptitudes para demostrar que saben. Es ahí donde se les hace ver que son capaces y que pueden lograr mucho más de lo que imaginan.

Camila Moreno cursa el segundo año de la carrera de Odontología en el campus Bellavista, en Santiago y fue ayudante de Histoembriología. Para ella los mayores desafíos de ser ayudante son llegar a acuerdos con los estudiantes. “Siempre va a haber un grupo que esté en desacuerdo con una elección a tomar y otro que esté en la opinión opuesta. Entonces, el mayor desafío es llegar a un balance entre los alumnos para que se sientan todos cómodos”.

Ignacio, Fernanda y Camila coinciden en que lo que más les ha gustado de ser ayudantes es ganarse la confianza de otros estudiantes, porque ven cómo su trabajo causa impacto positivo en otros, en la seguridad y aprendizaje que van reforzando los estudiantes, por eso recomiendan a otros interesados en participar del proceso de selección para convertirse en ayudantes.

Cómo y dónde postular

Si quieres postular a la Escuela de Ayudantes, las inscripciones para el segundo semestre 2023 serán anunciadas en miportal.uss.cl.

Para postular, se necesita haber aprobado el curso habilitante en Docencia Universitaria para Ayudantes USS cuya tercera versión estará disponible entre el 13 y 30 de junio, esto sólo para estudiantes que aún no lo realizan. El plazo para inscribirse vence el lunes 5 de junio, para más información ingresar al siguiente link. El curso tiene por finalidad desarrollar la habilidad docente de retroalimentación efectiva, que se define como un diálogo basado en la reflexión entre el ayudante – docente y el estudiante sobre el desempeño de este último en el contexto de aprendizaje.

Respecto a ese curso, Ward explica que, “asumimos el desafío, junto a la Dirección General de Desarrollo Docente y para ello, los ayudantes cursan una ruta formativa basada en los valores y principios del sello sebastiano con miras a contribuir a la progresión académica integral de sus compañeros. El programa formativo incluye cursos obligatorios de competencias pedagógicas e integridad académica, así como talleres voluntarios de bienestar y liderazgo”.

Esta acción permite establecer un ambiente educativo confiable y seguro, donde el estudiante identifique sus fortalezas y sus oportunidades de mejora a través de un plan de acción concreto.

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