Estrategias contra la violencia y el acoso escolar
Para erradicar conductas como el bullying y hostigamiento escolar, se requiere del compromiso y responsabilidad de todos, es decir, de la comunidad educativa, la familia y de la sociedad en su conjunto. Así lo plantea, Ximena Rojas, académica de Psicología de la USS.
Recientemente se conmemoró el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar. Su objetivo es concientizar acerca de lo relevante que es ser un buen ciudadano, además de respetar al otro y sus diferencias para así desterrar cualquier conducta que pueda implicar acoso u hostigamiento a nivel escolar.
Ximena Rojas, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián, señala que las conductas o acciones que permiten prevenir el acoso escolar deben formar parte del sistema protector o cuidador del niño y no solamente en la familia, sino que también en el colegio, donde existen protocolos para enfrentar estas situaciones.
“La familia y el profesor jefe deben ser capaces de atender y observar las conductas o estados de ánimo de los estudiantes. Si ponemos atención nos vamos a dar cuenta cuando exista algún cambio que pueda implicar que está siendo víctima de violencia o acoso”, dice la académica.
Asimismo, sostiene que es muy relevante favorecer los comportamientos prosociales. “Hay que reforzar el clima y el respeto por los amigos, los hermanos, los compañeros y los adultos. Y nunca aplicar una sanción sin que vaya acompañada de una conducta reparatoria por el daño causado”.
También indica que es necesaria la autorregulación en el sentido de no responder a las agresiones, sino que buscar otras estrategias para superar este problema.
“Los adultos tenemos que favorecer que los niños y niñas se sientan bien, valorados y escuchados y, por lo tanto, tenemos que poner atención a nuestras actitudes y ser personas confiables y consecuentes entre lo que decimos y hacemos”, dice la psicóloga.
Otras recomendaciones
La académica USS, entrega, además, algunas recomendaciones específicas:
- Se necesitan las regulaciones y entender los códigos sociales que nos orientan respecto de lo que se legitima, valora y de cómo se espera que se solucione un conflicto.
- Se deben efectuar denuncias ante la Superintendencia de Educación cuando hay consecuencias por estas conductas o no se cumplen los planes de convivencia escolar.
- Desde el punto de las familias se requiere de ayuda especializada cuando el problema del niño es complejo y hay que evaluar el daño causado.
- Finalmente, debe existir solidaridad, compañerismo y la posibilidad de reparación ante este tipo de conductas que lastiman a los estudiantes.