Estrategia de aprendizaje en USS mejora el promedio de notas de los estudiantes

Plan piloto se implementó en la asignatura de Ciencia de los Alimentos I, de la carrera de Nutrición y Dietética, en donde la aprobación subió de un 86 a un 98% y se disminuyó también la deserción.

 

¿Qué tienen en común la planificación del tiempo, un mapa mental, mapa de telarañas, estrategias para disminuir la ansiedad y evitar el estrés o el rolle playing? Que todas son herramientas de aprendizaje técnicas o socio afectivas, que fueron enseñadas a través de una estrategia educativa conjunta de la Escuela de Nutrición y Dietética y Formación Integral a estudiantes de primer año de la Universidad San Sebastián.

“Vinculamos una asignatura crítica por su alta tasa de reprobación y deserción y comparamos los resultados con los del año anterior sin esta propuesta. Vimos que el aumento del promedio del curso era significativamente mayor y, además, se acota la brecha entre el mejor y peor –postulado de la Metodología de Aprendizaje Profundo– lográndose así una enseñanza de mejor calidad y más equitativa”, comentó Marcela Beck, directora de Formación Integral en la USS.

La aprobación del curso pasó de 86,7% a 98%, en tanto que el promedio final se incrementó de 4,7 a 5,0, acompañados además con una disminución de la tasa de reprobación.

Pero con esta innovación además se vio otra consecuencia positiva: “aún cuando la deserción universitaria tiene múltiples factores, con la aplicación de esta estrategia evidenciamos que existen 10% menos de probabilidad de desertar”, según lo explicó el director de la Escuela de Nutrición y Dietética, Paulo Silva.

En tanto, para los propios estudiantes las estrategias entregadas les permitió la posibilidad de conocer sus propios estilos de aprendizaje y aprender a aplicarlos en los demás ramos, según lo reflejaron en una encuesta.

Ese era el objetivo: “que los estudiantes conozcan las distintas estrategias de estudio y las apliquen según sus estilos de aprendizaje. Algunos aprenden con métodos auditivos, visuales o kinésicos, pero la idea es que conozcan las distintas alternativas, reconociendo a partir de ellas, sus fortalezas y áreas de mejora. Además las técnicas psico-afectivas se tradujeron en mejor disposición, motivación y autoconocimiento para enfrentar las distintas dificultades en ésta como en otras asignaturas”, señaló María Bernardita Celis, coordinadora de Formación Integral.

El resultado de esta experiencia llevada a un análisis cuali-cuantitavivo fue presentado y destacado en el Congreso Internacional de Orientación para el Aprendizaje en Educación Superior, OAES realizado recientemente en la U. de Chile.

Dejamos la capacidad instalada para que más carreras se vayan sumando a este desafío de orientar el aprendizaje de manera integral, porque lo importante es gestionar este tipo de articulaciones y evaluar su efecto en todas las asignaturas”, remató Beck.

ES EL FRUTO DE HACER LAS COSAS BIEN.

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