La vasculitis es una enfermedad autoinmune cuyas causas son diversas, pero que se caracteriza por inflamar las paredes de los vasos sanguíneos y que puede afectar al oído medio.
La vasculitis comprende un grupo heterogéneo de enfermedades que presentan diferentes etiologías y manifestaciones clínica. La característica común corresponde “a la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos provocando eventos isquémicos y necrosis. En ese contexto, puede generar daño vascular en las arterias que irrigan el oído”.
Así lo expone el Dr. Alejandro Ianiszewski, Ph.D. académico de la carrera de Fonoaudiología de la USS al referirse a la vasculitis que puede afectar al oído y precisa que, en algunas ocasiones, la sintomatología puede ser similar a los síntomas que exhiben los pacientes que presentan una infección al oído medio.
“Ocasionalmente, presentan tejido inflamado y existen algunos pacientes que manifiestan una pérdida de la audición, también conocida como hipoacusia súbita. Esta pérdida es progresiva y se puede manifestar unilateral o bilateralmente. Suele aparecer de manera brusca, incluso antes de 3 días. Además, viene acompañada de otros síntomas como vértigo y otalgia (dolor de oídos). El vértigo a menudo no se informa y puede ser causado por la oclusión temporal de las arterias laberínticas o la arteria vestibular anterior”, explica el fonoaudiólogo.
El académico señala que se puede presentar una secreción dolorosa del oído, una infección o incluso una pérdida auditiva. También puede haber síntomas nasales que provocan la inflación de la tuba auditiva y por ende, la acumulación de líquido en el oído medio. Otro de los síntomas “puede ocasionar hipoacusia sensorioneural súbita como consecuencia de la inflamación de los pequeños vasos que irrigan el oído”.
El tratamiento de la vasculitis contempla el uso de inmunosupresores como esteroides y los casos que no presentan infección o perforación timpánica se pueden tratar con antibióticos en gotas u orales.
“La hipoacusia súbita puede tratarse con corticoides orales, particularmente cuando se trata en unos pocos días, o incluso corticoides intratimpánicos, cuando la primera alternativa no mejora la audición. En todo caso, en la mayoría de los casos, la audición no suele recuperarse por completo”, concluye el fonoaudiólogo.