Elevemos la mirada

Investigadora Ana Luz Durán, plantea que eliminar el CAE sería absurdo respecto a la calidad y a la equidad del sistema, porque significa limitar el acceso a la Educación Superior a los hijos de los trabajadores de la clase media y dejarlos sin opciones.

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Parece cada vez más difícil establecer un diálogo y la posibilidad de pensar en conjunto un modelo de desarrollo para el sistema universitario del país para los próximos 30 años. La tendencia es a la imposición, a no considerar la evidencia y a descalificar a quienes tienen otra visión. Especialmente complicado es que esto provenga de las mismas universidades, puesto que estas instituciones son el espacio para ejercer la reflexión libre y la crítica desprejuiciada. Desafortunadamente, las urgencias presupuestarias hacen que lo financiero de corto plazo domine el escenario.

La tendencia al aumento en la matrícula terciaria también ha sido positivo porque ha permitido el ingreso de alumnos que en otro momento histórico habrían quedado excluidos de la Educación Superior.

analuz_duranLas universidades han evolucionado y su calidad no dice relación con el tipo de provisión, esto es ser estatal o privada, tradicional o de nuevo cuño, y las cifras lo demuestran. Más allá de algunas universidades estatales de excelencia, la mitad de ellas tiene 4 años o menos de acreditación, varias tienen menos de 100 publicaciones indexadas anualmente, solo dos universidades estatales tienen más de 10 doctorados acreditados y solo cuatro tienen más de un 35% de sus académicos con doctorado.

Pareciera que se ha hecho una lectura parcial de las cifras de crecimiento de la matrícula al atribuir al CAE la proliferación de universidades. En el período entre 1990 y 2005 se produjo el mayor incremento de alumnos en la Educación Superior; se pasó de casi 260 mil estudiantes a 661 mil lo que representa un aumento de 2,5 veces, y en el periodo no existía este crédito. La tendencia al aumento en la matrícula terciaria también ha sido positivo porque ha permitido el ingreso de alumnos que en otro momento histórico habrían quedado excluidos de la Educación Superior.

Eliminar el CAE sería absurdo respecto a la calidad y a la equidad del sistema. Significa limitar el acceso a la Educación Superior a los hijos de los trabajadores de la clase media y dejarlo sin opciones.

El aumento de la matrícula obedece a políticas de Estado que avanzan para lograr mayores niveles de inclusión. Cuando se discutió la ley que crea el CAE hubo acuerdo en que sería un instrumento que favorecería el acceso de estudiantes que estaban marginados del sistema. Hubo situaciones negativas -que fueron corregidas en 2012- y el tiempo ha demostrado que requiere perfeccionarse y existe consenso en que es necesario hacerlo. Cambiar de nombre y equiparar las condiciones con el Fondo Solidario sería muy bueno, pero no es lo que las Universidades Estatales postulan.

Eliminar el CAE sería absurdo respecto a la calidad y a la equidad del sistema. Significa limitar el acceso a la Educación Superior a los hijos de los trabajadores de la clase media y dejarlo sin opciones: una familia que recibe ingresos de $1 millón es imposible que financie un arancel universitario en cualquier institución del país. Además, debemos considerar que 12.500 estudiantes de las universidades estatales tienen CAE, por lo tanto, es necesario que se responsabilicen por sus propios estudiantes.

Este es el momento en que todas las universidades, estatales, privadas del CRUCH y las otras privadas hagan suya una visión de Estado hacia el futuro, lo que debemos medir en décadas y no en meses.

Ana Luz Durán
Centro de Investigación para la Educación Superior
Universidad San Sebastián

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