Un educador diferencial de vocación

Francisco Arroyo es un jóven egresado de la U. San Sebastián Sede Valdivia que dio un giro en su etapa universitaria, pasando de estar en cuarto año de Medicina Veterinaria a titularse de Pedagogía en Educación Diferencial, quien afirma no arrepentirse y haber encontrado su vocación.

Fco_Arroyo_2016Mientras estudió en la USS, fue presidente del primer Centro de Estudiantes de la carrera y se adjudicó varios proyectos relacionados con inclusión y Vinculación con el Medio.

Hace nueve años que dejó la capital de Chile para venirse a estudiar a Valdivia, aquí encontró un ambiente donde poder crecer y surgir como profesional. Actualmente, trabaja en un Instituto donde participa de un Programa de Integración y realiza actividades electivas a jóvenes de Octavo Básico y Primero Medio. También es docente de la Casa de Estudios y realiza clases en la carrera de Educación Diferencial y para el área de Formación Integral.

Francisco, es uno de los “apasionados” por la educación inclusiva y considera que a pesar de que queda mucho trabajo por hacer tiene que aportar sobre el tema. “La inclusión no se acaba al final de la educación de cada uno y debe estar en todas las áreas de desarrollo de la persona”, dijo.

Sobre la docencia, Arroyo es crítico con sus comentarios al señalar que el mayor desafío que posee los docentes es motivar a los estudiantes, “actualmente la información y los procesos fluyen muy rápidamente, por lo que tanto las escuelas como la universidades se han quedado atrás en el desarrollo de nuevas instancias de aprendizaje, se necesitan que sean más activas y con mayores significancias para los estudiantes”, argumentó.

En la Universidad, fue presidente del Centro de Estudiantes de su carrera, logrando compatibilizar sus estudios y representar a sus compañeros.

“En cuanto a la realización de las actividades desde el Centro de Estudiantes, en un principio no fue fácil desarrollar la labor, puesto que con mi equipo fuimos el primero, por lo que tuvimos un trabajo arduo de demostrar que nuestras actividades eran serias y atingentes a las necesidades de la carrera, como lo fue el seminario y las intervenciones de Vinculación con el Medio que desarrollamos”, sostuvo.

Y agregó que en su segundo periodo fue más sencillo trabajar en equipo con los distintos estamentos de la USS, como la Dirección de Asuntos Estudiantiles, Escuela de Liderazgo, la Unidad Comunicaciones y su propia Escuela. “Al tener una mayor experiencia nos resultó mucho más fácil gestionar recursos, espacios y capital humano para desarrollar nuestros proyectos”, recordó.

Al preguntarse en particular sobre, ¿Cómo visualiza las actividades organizadas por la USS?, Francisco dice que: “Las actividades que realiza la U. San Sebastián mediante los distintos proyectos de Vinculación con el Medio permiten –sacar- a la universidad de una burbuja, puesto que el conocimiento no sólo debe estar en el aula de clases, sino que debe socializarse y expandirse al sector donde se encuentra, puesto que el solo hecho de que exista una Universidad en un sector determinado genera un impacto, por lo que hay que tratar que sea provechoso para comunidad, aportando desde las diversas áreas que se desarrollen en la institución, ya sea investigación, servicios básicos o voluntariados que se encuentren enfocados a resolver problemáticas de la comunidad”.

Respecto a la Red de Egresados que posee la Sede Valdivia, Arroyo sostiene que tener una buena red de contactos en el mundo laboral es fundamental. “Hoy en día para el desarrollo de mi quehacer profesional, he tenido que recurrir a diversos profesionales, puesto que siempre surgen situaciones o instancias en las cuales se requiere de un apoyo extra para así poder subsanarlas y siempre es bueno conocer a alguien que haya estudiado en tu misma Universidad.

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