Educación y pandemia: ¿Qué hemos aprendido?

La pandemia obligó a usar a tecnología para dar continuidad a los procesos formativos, y por lo visto al finalizar diciembre, el primer semestre de 2021 no será muy distinto.

Educación y pandemia ¿Qué hemos aprendido?

El 2020 se retira dejando una huella difícil de olvidar, con una serie de desafíos en distintas áreas, siendo una de ellas la educación. Desde un inicio de la crisis sanitaria debimos readecuar un proceso caracterizado por lo presencial a uno remoto, lo que no fue nuevo para la Universidad San Sebastián, puesto que desde hace algunos años se han generado proyectos para la virtualización de algunas actividades. Ello, asociado a convenios con universidades extranjeras que permitiesen impartir programas académicos en conjunto, al alero de las nuevas tecnologías.

Con todo, la pandemia obligó a acelerar esos proyectos para dar continuidad a los procesos formativos, y por lo visto al finalizar diciembre, el primer semestre de 2021 no será muy distinto. Escenario y planificación que tienen diversas aristas, siendo una la de la incertidumbre, lo que complejiza el proceso formativo y nos desafía, sabiendo que se producirá un cambio rotundo en la educación.

Liewald_LorenaEn la historia de la educación han existido momentos en los que se ha producido un importante cambio al introducir un nuevo elemento. Por ejemplo, la incorporación del cuaderno en reemplazo de la pizarra permitió no sólo que los estudiantes mantuviesen sus materias, sino que también un seguimiento por parte de los docentes. Así, si hacemos una línea de tiempo, nos percataremos de algunos hitos que modificaron la manera de abordar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Ahora, las nuevas tecnologías se transformaron en protagonistas. Ya no basta que un docente, independiente del nivel en el que desarrolla su labor pedagógica, domine el contenido y a la vez las metodologías adecuadas para el logro de los aprendizajes. Hoy además, se precisa un manejo por lo menos adecuado sobre plataformas online y de los diversos recursos vinculados a la educación remota, lo que debe ir acompañado de un diseño instruccional propio y acorde a ellas.

Los desafíos -por ende- son innumerables. ¿Cómo genero el interés en el estudiante en este escenario?, ¿Cómo garantizo que el estudiante participe en la clase sin invadir la privacidad de su hogar?, ¿Cómo logramos los aprendizajes esperados?

La pandemia nos insta, en un contexto imprevisto que nos ha provocado sentimientos de vulnerabilidad e incertidumbre, a responder con una gran certeza, con la misión de formar a los futuros ciudadanos que afrontarán tiempos de cambios vertiginosos.

Lorena Liewald Dessy
Directora Académica sede Valdivia
Universidad San Sebastián

Vea la columna en Diario El Austral de Valdivia

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