Este tema fue abordado por el doctor e investigador de la U. Complutense de Madrid, Carlos Sanz, de visita en Chile, quien participó en el conversatorio “La Historia de las Relaciones Internacionales, hoy: tendencias, retos y encrucijadas”, organizado por el Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián.
En el mundo actual, el uso de las fuentes documentales en investigación resulta difícil por el acceso a esa información. Cuando se trata de información de Estado, la disposición se restringe debido a las implicancias que puede tener la liberación de contenido considerado clasificado o estratégico.
“La mayor transparencia a veces produce lo que se llama el síndrome de los archivos vacíos, es decir, se evita dejar registro de lo importante (…) Si se analiza el caso de los archivos desclasificados de Estados Unidos, la entrega de información es parcial. Su uso es más bien de diplomacia pública. No van a desclasificar nada que ponga en riesgo su seguridad pública”, indicó el doctor Carlos Sanz, investigador y académico de la U. Complutense de Madrid, en el conversatorio “La Historia de las Relaciones Internacionales, hoy: tendencias, retos y encrucijadas”, organizado por el Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián.
Sanz –quien está de visita en Chile- es especialista en historia de las relaciones internacionales contemporáneas. Sus investigaciones se centran en las relaciones hispano-alemanas en el siglo XX, la política exterior española, la administración exterior del Estado, y las migraciones transnacionales. Adicionalmente, participa en el proyecto Fondecyt Regular N° 1170184: “Historia de las relaciones internacionales de Chile: el “caso Honecker”. Tensiones internacionales y conflictos internos en la pos Guerra Fría: Chile 1988-1994”, financiado por la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt) y que dirige el doctor en Historia y académico de la Universidad San Sebastián, Cristián Medina.
En la actividad -a la que asistieron académicos de las universidades Católica de la Santísima Concepción y Técnica Federico Santa María, además de representantes de la Academia Chilena de la Historia, de la Biblioteca del Congreso Nacional y profesores y estudiantes del doctorado de Historia de la USS-, se analizaron las tendencias actuales en la historia de las relaciones internacionales.
“El impacto del culturalismo, el diálogo de la Historia de las Relaciones Internacionales con la historia transnacional y global, la new diplomatic, y las cuestiones sobre las señas de identidad de la Historia de las Relaciones Internacionales o su disolución en una International History más indeterminada. Se presta especial atención a lo que se desarrolla en EE.UU., Inglaterra, Francia, Alemania, y en España”, explicó Sanz durante su intervención.
El investigador señaló que una de las encrucijadas de estos tiempos, es que la historia de las relaciones internacionales “es una disciplina fragmentada, existe una pérdida de identidad de la subdisciplina” y agregó que el gran reto consiste en “subirse al carro que está en marcha”.
La evolución de las fuentes de información ha transitado desde el relato oral, a documentos escritos, sonoros, cinematográficos y digitales. Pero en el mundo global, se suma una nueva clasificación: las redes sociales. ¿Twitter y Facebook pueden ser una fuente fiable de datos para los historiadores? A juicio de Sanz, son una herramienta útil, pero controversial.
“Las redes sociales es otro tipo de fuente de información, pero existen límites de uso”. Añadió que al igual que las fuentes orales, “sirven para reconstruir contextos”.
Otro desafío es el uso del Big Data -análisis masivo de datos-. Al respecto, el investigador de la U. Complutense de Madrid, indicó que “es una oportunidad, pero no se ha visto su aplicación aún en la investigación histórica, sino más bien en otras áreas como la geografía, economía, estadística”. De aplicarse, visualiza un riesgo: “puede atomizar más la investigación y generar mayores brechas. Puede dejar zonas fantasmas”.