Deterioro cognitivo: No es sólo una cuestión de edad

Académico de Kinesiología USS analiza los síntomas y tratamientos de la demencia y el deterioro cognitivo. “Una buena alimentación, realizar actividad física y actividad recreativa constituyen una importante reserva cognitiva”, señala. 

Demencia imagen principal

En el mundo cerca de 35 millones de personas padecen algún tipo de demencia y se proyecta que esta cifra llegará a 135 millones al año 2050En Chile, se estima que alrededor del 1% de la población presenta algún cuadro de demencia y poco más del 10% de las personas mayores tiene un deterioro cognitivo. Si bien esta enfermedad se asocia generalmente a una edad más avanzada, lo cierto es que se puede experimentar en distintas etapas de la vida y por diversos motivos.

“En términos generales el deterioro cognitivo leve está relacionado con pequeños olvidos o vacíos de memoria que tal vez no tengan mayores repercusiones en la vida diaria. A diferencia de la demencia, ya tiene un contexto, donde la pérdida de la memoria y también otro tipo de acciones a nivel cerebral como la planificación, la resolución de problemas y la realización de determinadas tareas se ven alteradas”, dice Pedro Arellano especialista en Neuro Rehabilitación y docente de la carrera de Kinesiología de la Universidad San Sebastián.

Cualquier edad

El académico enfatiza que la demencia tipo Alzheimer es un proceso progresivo que afecta no sólo a la memoria y otras funciones cognitivas, sino que otro tipo de actividades.

Una persona puede tener un olvido cotidiano como el hecho de no saber por un momento dónde dejó sus llaves. Esto puede responder a una distracción o que puede estar pasando por un cuadro de estrés o una presión determinada. Ahora bien, “es distinto en el caso de una persona que no sólo olvida dónde tiene sus llaves, sino que también deja la puerta abierta de la casa o la llave del gas o que sale a la calle y olvida cómo regresar a su hogar. Eso ya corresponde más a una demencia”, dice.

Dicho de otro modo, es la memoria de corto plazo la que desaparece y la de largo plazo se mantiene. Además, en el caso de la demencia existe un componente genético e incluso hay estudios que pueden determinar si una persona potencialmente puede padecer esta enfermedad.

Actualmente, se establecen más de 15 tipos de demencias como el Alzheimer, de tipo vascular, por cuerpo de Levy y mixtas, entre otras. Estas varían tanto en manifestaciones distintivas, los cuales afectan la memoria de corto plazo, la orientación témporo-espacial, funciones ejecutivas (atención, memoria de trabajo, planificación, solucionar problemas, desconocer objetos) y/o conductuales (irritabilidad, desinhibición, apatía).

“El mismo Covid-19 ha generado que personas bajo aislamiento social y con depresión puedan haber generado los factores que gatillen una demencia a partir de los 60 años”, explica el kinesiólogo.

Por eso, “una buena alimentación, el realizar actividad física, actividad recreativa, la educación, la ocupación de tareas complejas constituyen una importante reserva cognitiva, además de mantenerse activo para nutrir al cerebro”.

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