Mario Valenzuela, vicerrector de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, sostiene que el escenario es algo más complejo para Chile, porque China es su principal socio comercial.
China es la segunda economía mundial y, por ende, cualquier variación en su sistema cambiario afecta a los mercados mundiales, particularmente a las naciones que tienen un intercambio comercial permanente con el gigante asiático.
Esta semana –y en el marco de la reforma cambiaria adoptada por el país– la moneda china (el yuan) se devaluó durante tres jornadas consecutivas, y este jueves el tipo de cambio de referencia llegó a 6,401 yuanes por dólar, sumándose a las depreciaciones de un 1,62 % del miércoles y de un 1,86 % del martes.
Mario Valenzuela, vicedecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, señala que “están pasando por una situación muy compleja. En julio de este año, las exportaciones de China cayeron un 8,3% respecto de igual mes del año pasado y eso tiene una repercusión muy importante para ellos”.
China es para Chile su principal mercado exportador (24% del total), particularmente de materias primas como el cobre, principal fuente de ingresos de la nación y, en ese sentido, los cambios que experimente la economía oriental afectarán sus operaciones.
El experto explica que “China tiene un mercado cambiario del yuan respecto del dólar bastante intervenido y controlado, y eso ha permitido que de alguna forma en el pasado hayan detenido una mayor revalorización de su moneda respecto del dólar para no restar competitividad a sus sectores exportadores. Normalmente, se ubicaba en torno a 6 yuan por dólar, a raíz justamente del control que se realiza a través del Banco Popular de China. Lo que estamos observando hoy en día, es que están experimentando caídas progresivas de su sector exportador, por lo tanto, están haciendo estas minidevaluaciones de manera tal de devolver competitividad perdida a sus sectores exportadores y equilibrar la paridad con el dólar luego de la revalorización que ha tenido esta última moneda en relación a las demás monedas internacionales, con motivo de la recuperación de la actividad económica de EE.UU.”.
China es para Chile su principal mercado exportador (24% del total), particularmente de materias primas como el cobre, principal fuente de ingresos de la nación y, en ese sentido, los cambios que experimente la economía oriental afectarán sus operaciones. Mario Valenzuela advierte que “una de las cosas más importantes que le vendemos a China es el cobre. En la medida que esa economía advierta menores tasas de crecimiento, va a experimentar también menores niveles de importación de materias primas y, por lo tanto, se van a resentir nuestras ventas a ese país y posiblemente también –dada la importancia que tiene en el concierto internacional– el precio de varios “commodities”, como es el caso del cobre”.
Hace unos años, estábamos situando en torno a 4 y sobre 4 dólares la libra del metal, pero hoy en día estamos más cerca de los 2 o 2,4 dólares la libra, lo que genera un perjuicio muy grande para la economía nacional.
En virtud de antecedentes históricos, el vicedecano contextualiza que “China venía creciendo al 10 o 12%, luego vino una caída progresiva hasta situarse en torno al 7,5%. Pensamos que era una nueva “meseta” de crecimiento, pero hemos visto que para este año las proyecciones del FMI son crecer incluso al 6,8%. Indudablemente que este menor crecimiento ha resentido nuestro precio del cobre. Hace unos años, estábamos situando en torno a 4 y sobre 4 dólares la libra del metal, pero hoy en día estamos más cerca de los 2 o 2,4 dólares la libra, lo que genera un perjuicio muy grande para la economía nacional. Cada centavo de dólar al año son del orden de MM USD 40 que se pierden para el país, lo que es no menor”.
Este escenario es paradójicamente muy distinto al de 2008, cuando la crisis “subprime” afectó de manera significativa a todos los mercados mundiales. Ello, porque Chile contaba con un aliado comercial creciente y poderoso, como era China.
“Durante la crisis del año 2008, Chile curiosamente fue uno de los países que –en el contexto de Latinoamérica– sorteó de mejor forma esta crisis, entre otras cosas porque tenía un aliado comercial estratégico, donde no hubo grandes repercusiones de lo que estaba pasando en Estados Unidos. Sin embargo, hoy en día, en este escenario de crecimiento económico y un nuevo modelo de desarrollo económico que se está implementando en China orientando hacia el interior, de algún modo se está repercutiendo en los precios internacionales de los “commodities” y de esa forma, también en el caso de Chile. Por lo tanto, ahora no podemos descuidarnos”, advierte el académico.