Durante un Coloquio del Instituto de Filosofía se analizó el uso de la fraternidad como principio político, partiendo por la antigua Grecia, para luego revisar la fraternidad cristiana y durante la Revolución Francesa.
¿Acaso la fraternidad puede volver a ser o colocarse al principio de ética política? Es una de las preguntas que planteó Cristián Hodge, Doctor en Teología y académico USS en el marco de su exposición durante el Ciclo de Coloquios organizado por el Instituto de Filosofía de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián.
Hodge citó a Aristóteles y lo que él consideraba amistad cívica, también el concepto de la fraternidad desde el punto de vista del Cristianismo y después durante la Revolución Francesa además de mencionar la opinión de grandes personajes de la filosofía como los españoles, Ángel Puyol, Victoria Campos y Adela Cortina y los Papas Benedicto XVI y Francisco.
Sobre este último, el académico USS de Filosofía se refirió al concepto cristiano de hermano y expuso que “no es una mera utopía” reconocer a cada ser humano como tal y señala que “el amor al otro por ser quien es nos mueve a buscar lo mejor para su vida. Solo en el cultivo de estas formas de relacionarnos haremos posible la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos”.
También recogió lo expuesto en el Artículo 1° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos respecto a que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
En ese sentido y por todo lo expuesto, Cristián Hodge reforzó el concepto de la fraternidad “entendida como amistad cívica o social y que es la amistad entre ciudadanas y ciudadanos que conviven para lograr una comunidad política que enfrentar los conflictos y las desigualdades”.
A modo de conclusión, el académico del Instituto de Filosofía manifestó que la fraternidad es “la traducción de una antropología relacional que comprende a una persona en relación a otros no como mero individuo, sino que como un ser relacional que desde los vínculos sociales edifica una sociedad más justa y fraterna para todos”.