En la práctica son muy pocas las personas que tienen claridad sobre sus aptitudes e intereses una vez finalizada su Enseñanza Media.
Existen diferentes variables que un estudiante debe tomar en cuenta al momento de postular a la Universidad, como sus intereses y aptitudes, oferta académica y recursos económicos, entre otros.
En ese sentido, el académico de la carrera de Psicología de la Universidad San Sebastián, Jonathan Duarte, sostiene que, en Chile, decidir continuar una vida académica no es tema menor, debido a que prácticamente todas las carreras están predeterminadas.
“Esto conlleva que aquellos que una vez dentro de la Educación Superior descubren que su elección no se adapta a sus reales intereses, sufra las consecuencias de “atrasarse” o de tener que iniciar un nuevo programa. En otras palabras, por ensayo y error hallar su camino académico, que en muchos casos no logra adaptarse completamente a alguno de los programas que se ofrecen”, explica.
A muchos jóvenes les gustaría estudiar por vocación, por eso es necesario considerar también los réditos que la carrera podría dejar tras egresar. Es por esta razón que muchas familias antes de postular a una Universidad o Centro de Formación Técnica buscan saber qué carreras poseen una mayor empleabilidad.
Respecto a la vocación, Jonathan Duarte sostiene que es un concepto bastante utilizado y en la práctica son muy pocas las personas que tienen claridad sobre sus aptitudes e intereses una vez finalizada su Enseñanza Media.
“Para quienes acierten y consideren que están en la carrera e institución correcta o bien que paulatinamente se despertó en ellos un genuino interés y canaliza sus aptitudes en la carrera escogida, tendrán un gran camino recorrido, puesto que uno de los factores que se ha demostrado que influyen positivamente en el trabajo son elementos que sobrepasan los meros conocimientos y habilidades técnico-profesionales. Las competencias que marcan la diferencia están relacionadas con la pasión por su profesión, el compromiso, la curiosidad permanente, la búsqueda de la excelencia y el favorecer la aparición de comportamientos de liderazgo”, apunta.
Para saber si la carrera elegida es la mejor opción, Duarte afirma que hay herramientas que pueden facilitar el encuentro con el programa que mejor se adapte a las expectativas, intereses y aptitudes. “Por ejemplo, conocer los escenarios reales de trabajo en que se desempeñarían profesionalmente, tener algún tipo de acercamiento a los principales modelos teóricos, fenómenos y problemáticas que se abarca cierta disciplina”.
El académico de la USS puntualiza que “uno de los errores más frecuentes que suele cometerse es escoger una carrera por indicadores como ingreso promedio y empleabilidad, ambos elementos sumamente sujetos a fluctuaciones de mercado. Lo que se ha demostrado, es que aquellos profesionales que demuestran real compromiso con su disciplina, mostrando una sólida formación, que va más allá del piso que entrega la institución, suelen emplearse con bastante facilidad o bien realizan sus propios emprendimientos. Además son capaces de expandir los límites convencionales de ámbitos de acción profesional”.
Vea la crónica en diario Austral de Valdivia