8 claves de tu alimentación que permiten prevenir el cáncer

El cáncer es una de las principales causas de muerte en los países occidentales, y entre los factores que contribuyen a la aparición de esta enfermedad, la dieta tiene un papel fundamental.

alimentacion y cancer

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de un 30% de las muertes por cáncer son debidas a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y de alcohol.

Por eso, es relevante hacer ajustes en los hábitos alimentarios en relación a una dieta con alimentos en cantidad moderada, balanceada y equilibrada. Aquí, 8 claves muy útiles:

  1. Reducir la ingesta total de grasas. Las dietas altas en grasa incrementan la síntesis de estrógenos. Las grasas saturadas se encuentran en: cortes grasosos de carne molida, carnes procesadas como la salchicha ahumada, chorizo, vienesas y aves con piel y en la leche con alto contenido de grasas y sus derivados, como quesos y crema preparados con leche entera, mantequilla y helado; manteca de cerdo, aceites de coco y de palma.
  2. Evitar los alimentos fritos. Ciertos alimentos ricos en almidón, procesados a altas temperaturas (más de 120ºC), como papas fritas o asadas, galletas y pan, generan acrilamida, cuya formación es creciente a medida que aumenta la temperatura. Ésta es considerada un agente tóxico para la reproducción, con propiedades tanto mutagénicas como carcinogénicas.
  3. Reducir el alto consumo de carnes rojas y evitar las carnes procesadas, productos ahumados y cocinadas a fuego directo. Las carnes rojas tienen un elevado contenido de ácidos grasos saturados, que favorecen el desarrollo de células cancerosas. Sustituirlas por leguminosas, soya o carnes blancas, evitando la piel de las aves. Preferir el pescado, que es rico en ácidos grasos omega 3, que inhiben o retrasan el crecimiento de la célula cancerosa.
  4. Comer verduras y frutas: Contienen antioxidantes, capaces de neutralizar los radicales libres involucrados en el desarrollo de alteraciones celulares que son el inicio del cáncer. Es importante comer verduras de todos los colores.
  5. Incrementar el consumo de fibra. La ingesta de frutas, verduras, panes y cereales integrales y legumbres es beneficiosa para reducir el riesgo de cáncer de mama, porque atrapan y arrastran los estrógenos que han terminado su vida útil y deben eliminarse por vía hepática/intestinal.
  6. Disminuir el consumo de azúcares refinados. Existe relación entre el índice glicémico de los alimentos y el desarrollo de algunos cánceres, especialmente gástrico, colónico y del recto, por lo que se recomienda disminuir el consumo de tortas, pasteles, helados y bebidas azucaradas.
  7. Eliminar el consumo de alcohol. Es un componente de la dieta para el que existe una relación evidente con aumento del riesgo de cáncer de mama. Este aumento se demuestra en pacientes premenopáusicas que consumen más de 15 gramos de alcohol al día y el riesgo se incrementa en las mujeres que consumen más de esa cantidad.
  8. Alimentos contaminados con aflatoxinas son una causa de cáncer de hígado: Maíz, arroz y maní son los alimentos más comúnmente infestados por estas toxinas fúngicas (dan un color verde en el alimento) que han tenido un mal manejo postcosecha.

Quien entrega estos consejos es la directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián Priscila Candia, quien agrega que “un cambio en la dieta puede reducir la incidencia global de cáncer en un 30 a 40%, lo que equivale a entre 3 y 4 millones de casos en el mundo. Los riesgos asociados a la obesidad y vida sedentaria, establecen unos de los principales componentes relacionados con el incremento en la incidencia de esta enfermedad. Así, las personas vegetarianas y con hábito de vida de reducción del consumo de grasas saturadas demuestran más protección frente al cáncer”.

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