El consumo de golosinas y alimentos azucarados es una tradición en algunas celebraciones como la Pascua de Resurrección, donde se acostumbra a regalar a los niños chocolate y caramelos, en algunos casos en grandes cantidades.
Más allá del consumo en ocasiones, lo trascendental es generar hábitos de alimentación y educar respecto a alimentación saludable, enseñando que el consumo de golosinas debe ser esporádico y que los chocolates se pueden dosificar, evitando la ingesta exagerada.
A propósito de la Pascua de Resurrección, en que los niños aumentan su ingesta de chocolate producto de la “visita del conejito”, la académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, Daniela Marabolí, advierte que “cinco huevitos de chocolate pequeños, aportan aproximadamente 200 kcal, las cuales corresponden a las denominadas “calorías vacías”, porque su contenido es principalmente de azúcares y grasas, sin aportar ningún otro nutriente (como proteínas, vitaminas o minerales), es decir, solo obedecen al gusto, contribuyendo al aumento rápido de peso, en caso de que la ingesta sea alta”.
En ese sentido, y para disfrutar de las festividades de Semana Santa sin una innecesaria sobrealimentación, entrega algunas recomendaciones para el consumo:
“Es importante recordar que se deben adquirir los huevitos en el comercio establecido, para garantizar la calidad del producto y su inocuidad”, remata la académica.