Aumentar la hidratación, reducir los irritantes laríngeos como el tabaco y el alcohol y realizar la última comida del día 2 a 3 horas antes de dormir, son algunas de las recomendaciones para prevenir alternaciones en la voz.
Carraspeo excesivo, tos persistente, ronquera, la sensación de un nudo o excesiva mucosidad en la garganta y dificultades para tragar son algunos de los síntomas de un cuadro conocido como reflujo y que puede ocasionar una disfonía.
“Afecta al área posterior de la laringe. Los efectos posicionales y gravitacionales que adoptamos cuando, por ejemplo, nos acostamos inmediatamente después de comer podrían ser una de las causas del reflujo”, explica Sandra Rojas, académica de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad San Sebastián.
La académica señala que sus causas son diversas y puede ser por ciertas alteraciones físicas o estilo de vida como es el caso de la ingesta de ciertos alimentos además consumo de tabaco y alcohol. “Son considerados agentes irritantes e influyen negativamente en el reflujo faringo-laríngeo, el cual puede dañar incluso los pliegues vocales”.
Sandra Rojas entrega algunas recomendaciones: